Esquiar es una actividad rara. Te deslizas inclinado por una colina a alta velocidad con sólo un poco de nieve al final de ella para amortiguar tu posible impacto. Es peligroso, pero aún así montones de personas hacen pequeñas escapadas a lugares como Aspen, Ruidoso o las montañas de Sudamérica en julio para disfrutar del mundo del esquí. Si algo podemos notar de sus fotos de Instagram, es que a pesar del posible riesgo a sus vidas que el esquiar implica, todos los asistentes a esos resorts nevados están muy contentos. Quizá la única persona más feliz que ellos es el dueño de dicho resort que puede cobrarles por ofrecerles unos cuantos trozos de madera para atar a sus pies. Sería interesante tener un juego que nos presentara ese placer capitalista, ¿no?
Snowtopia: Ski Resort Tycoon es exactamente esto, un juego de magnates sobre tomar dinero de familias jóvenes que están a punto de perder a su papá cuando golpea un árbol a 50 mph y se rompe varias vértebras. En términos más técnicos, Snowtopia es un juego de administración de recursos que sigue los preceptos establecidos en el género por décadas: tienes la tarea de completar desafíos incrementales para mejorar el negocio y, al mismo tiempo, mantener contentos a los clientes. Aunque a diferencia de algo como Mars Horizon, que se centró en presupuestos, recursos y educación, Snowtopia hace algo más parecido a Cities: Skylines; su enfoque es maniobrar y equilibrar los atascos de tráfico, o en este caso, los bultos humanos que buscan emoción helada y esperan no morir en el proceso.
Lo divertido aquí es que el juego no se enfoca demasiado en querer ser demasiado técnico como podrían querer otras propuestas del género. Tenemos voluntarios para trabajar en nuestro resort que literalmente nos salen en el cereal por lo baratos que son. Podemos acomodarlos haciendo un montón de tareas a cada uno, o nada más ocupando espacio sin ninguna penalización aparente. Quizá hay un chiste cruel acerca de la naturaleza capitalista que envuelve al resort, pero hoy no queremos buscarlo. Mejor nos dedicamos a encontrar las fallas que rompen la experiencia de Snowtopia, pero la verdad es que no nos topamos con algo verdaderamente alarmante.
Sí, el juego es sencillo, quizá a veces en un sentido peyorativo, pero su naturaleza estética relajada nos hace sentir que esto no es una omisión por parte del equipo de desarrollo o una consecuencia de su estatus de acceso anticipado, sino una decisión deliberada que hace de Snowtopia un miembro de sangre de la familia de los juegos tipo Tycoon, pero también un miembro en espíritu de títulos en la vena de idle clickers.
Lo que queremos decir con esto es que Snowtopia es el tipo de juego en el que puedes poner un podcast o música de fondo mientras haces click de esquina a esquina sin realmente dedicar mucha atención o poder neuronal para ello. Es, irónicamente, un juego sobre capitalizar sobre una actividad peligrosa que a final de cuentas es una experiencia relajante para el que decide dedicarle un tiempo.
Aunque probablemente llame la atención de los aficionados al género, Snowtopia decididamente no es para ellos, puede ser más bien disfrutado por los gamers que buscan algo distinto al típico “con qué botón aniquilo”. Estos diamantes en bruto que nos invitan a explorar nuevos rincones de la industria, merecen ser pulidos incluso si su brillo no vale tanto la pena.