Nueve estudiantes se reúnen en su escuela secundaria por la noche para despedirse de un amigo. Como es costumbre entre muchos estudiantes de secundaria, realizan una especie de ritual para que sigan siendo amigos para siempre, utilizando pequeños dijes de papel con forma de muñecos.
Sin embargo, los estudiantes no se dan cuenta de que estos encantos están conectados a Heavenly Host Academy, una escuela primaria que fue destruida hace años después de que ocurrieron una serie de horribles asesinatos, una escuela que descansa bajo los cimientos de su propia Academia Kisaragi. Ahora, atrapados en una dimensión alternativa con los fantasmas vengativos del pasado, los estudiantes deben trabajar juntos para escapar o unirse a los espíritus de los condenados para siempre.
Un festín para los fanáticos del misterio y los fanáticos del terror por igual, Corpse Party: Tortured Souls muestra una mirada seria a la redención, el sacrificio y cómo el pasado siempre está justo detrás, a veces un poco demasiado cerca para su comodidad.
Esta es una de esas series que puede resultar un gusto culposo si eres de los que se toman muy enserio el anime, pero aún así tiene un encanto innegable gracias a una historia muy bien escrita. Con poco tiempo a su disposición, Corpse Party se las ingenia para desenvolver una narrativa terrorífica que indudablemente se queda con nosotros mucho después de que esta aventura lúgubre llegue a su fin. No alcanza las notas de alta tensión y suspenso que otras series similares, pero bajo su propio mérito encuentra múltiples formas más de mantener nuestra atención pegada a la pantalla. Esto lo logra en gran parte a los perturbadores trazos y ominosa paleta de colores que adorna cada escena de Corpse Party. El arte de esta serie hizo un buen trabajo al hacer que la atmósfera fuera inquietante e incluso grotesca. Los estómagos más sensibles quizá deberían de tener una cubeta a la mano durante el transcurso de Corpse Party, pues puede que devuelvan su desayuno, almuerzo y cena a la hora de presenciar ciertas gráficas secuencias. La mejor forma de describirlo para alguien que todavía no se ha adentrado la serie es como una interpretación en formato anime del arte característico de los juegos originales de Silent Hill; con sangre cayendo por las paredes y cuerpos por todas partes. Si sólo pudiéramos escoger una palabra para resumir la estética de Corpse Party, esta tendría que ser “inquietante”.
Pasando a elementos un poco más técnicos, el tema de apertura fue bastante bueno y la mayor parte del sonido de fondo, o incluso la falta de sonido en algunos puntos, fue una buena elección para la serie. Realmente puedes ver la inspiración de Akira Yamaoka dentro de la banda sonora y para una serie de terror este es un camino sublime.
El lugar donde esta serie falla un poco es el elenco de personajes poco originales. Aunque, para ser justos, crear personajes que no se sienten cliché dentro de esta clase de historia de terror es algo verdaderamente desafiante que Hollywood todavía no ha sabido cómo lograr con eficacia. Podemos perdonarlo, pero había potencial para ir un poco más allá de cosas como las típicas chicas de orientación sexual dudosa o el nerd que nunca puede faltar en una narrativa de terror que toma lugar en la secundaria. Corpse Party es una serie de terror que se aleja de lo convencional. No rompe el molde ni revoluciona el género, pero si eres un fanático de terror buscando algo ligeramente distinto de lo usual, no creemos que haya muchas propuestas que superen el impacto de Corpse Party. Este es terror en una pura expresión que rara vez encontramos en el panorama moderno de la ficción.