RESEÑA – Marvel’s Guardians of the Galaxy

Siendo honestos, después del fiasco que resultó ser Marvel’s Avengers, ver que Eidos Montreal se disponía a adaptar otro querido equipo de superhéroes a los videojuegos en la forma de Marvel’s Guardians of the Galaxy nos preocupó bastante. ¿Acaso no estaban satisfechos con el fracaso que ya tenían entre manos? El fanático de todo lo que es Marvel que llevamos dentro tembló de miedo. No obstante, decidimos darle al equipo desarrollador de Eidos el beneficio de la duda, pues era posible que hubieran podido aprender algo de los errores del pasado y después de jugar el producto final en el que vemos a Peter Quill y compañía emprender otra aventura galáctica, sabemos que nuestra fe se vio recompensada. Definitivamente no es el mejor juego de superhéroes en memoria reciente, pero es un gran paso hacia adelante en comparación al título que lo precedía. 

Para explicar exactamente cómo Guardians triunfa en donde Avengers falló, tenemos que dar un poco de contexto. La historia del juego inicia con nuestro querido equipo de héroes a bordo de su icónica nave, Milano, en camino a las instalaciones de las fuerzas espaciales Nova para pagarles una deuda que ha vaciado sus bolsillos. Aquí tenemos a los integrantes del equipo que hemos aprendido a amar gracias a las películas de James Gunn: el ya mencionado Peter Quill, Gamora, Drax, Rocket Racoon y Groot. Como es de esperarse en una aventura de los Guardianes, claro, las cosas no tardan en salirse de control, y en la base de los Nova se topan con evidencia de un ataque, lo que los motiva a tomar las armas, investigar y patear traseros como sólo ellos saben hacerlo. 

De entrada, el panorama que Guardians pinta es mucho más interesante que toda esa historia de A-Day que contaba el juego de Avengers. Aquí la narrativa, los diálogos de personajes y la acción jugable fluyen de una forma natural que, de hecho, recuerda un poco a las películas del MCU y a otra pequeña obra bajo el sello de Square Enix: el remake de Final Fantasy VII. Aunque suene extraño, parece ser que Eidos tomó nota de lo que hizo su estudio hermano con el relanzamiento del clásico RPG y aplicó esa sabiduría en Guardianes. Primero está la premisa tan sencilla que obviamente se irá complicado para traer giros interesantes a la historia que tomen al jugador por sorpresa. Luego tenemos la caracterización de los Guardianes, que si bien parece un copy-paste de los guiones de James Gunn, tiene esa misma esencia que vemos en Cloud y compañía durante sus misiones.

Por último, y más importante, está el gameplay; en lugar de hacerse bolas tratando de balancear a todos los Guardianes como se intentó con los Vengadores, aquí realmente sólo nos toca tomar el papel de Peter Quill, que hace uso de sus botas cohete, pistola con poderes elementales y agilidad para dominar el campo de batalla. Como el líder (no reconocido) de los Guardianes, además, Peter tiene la habilidad de dar comandos a sus compañeros, creando la oportunidad para muchos combos vistosos: Groot puede atrapar a un enemigo con sus ramas mientras Gamora corre hacia él con su espada para hacerlo pedacitos, por ejemplo. Esta dinámica hace perfecto paralelo con la de Cloud y sus amigos en FFVII Remake, y resulta en una experiencia muy divertida en todo momento.

Probablemente esta sea la mejor palabra para describir Marvel’s Guardians of the Galaxy: “divertido”. El pecado más grande de Marvel’s Avengers fue tomarse demasiado en serio, como si fuera el juego que llegaría a cambiar lo que pensamos de la industria. Poner tanto peso sobre tus hombros sólo va a terminar en desastre; no lo decimos nosotros, lo dice nuestro entrenador del gimnasio. Guardianes, al no tener tanta pretensión, se da a sí mismo suficiente espacio para flexionar sus verdaderas fortalezas y terminar fascinando al jugador. Insistimos que este no es un juego perfecto, no tanto por contratiempos, sino porque es muy divertido pero no es mucho más allá fuera de eso. Marvel’s Spider-Man, por ejemplo, era divertido, servía como un testamento a lo que significa ser un héroe en un sentido narrativo e innovó en muchos aspectos del género; Guardians, en contraste, no suma tantos logros a su nombre.

Al final del día, claro, no todos los juegos pueden ser parteaguas de la industria, pero sí logran ser algo que nos emociona y nos pone de buen humor por sus brillantes explosiones, chistes y para-nada-complicado sentido de diversión. Marvel’s Guardians of the Galaxy encaja perfecto en esta categoría.