El arrepentimiento suele ser lo que llega al último. Quizá haya algunas excepciones, pero generalmente las personas se dan cuenta de que están obrando mal solamente cuando sus malas acciones acaban de ser realizadas. Es cierto que pueden intentar buscar una nueva vida y comenzar de nuevo, pero el hecho de que se equivocaron antes los perseguirá para siempre. He aquí el balance entre arrepentimiento y redención. Phantom: Requiem for the Phantom, es una historia que goza desarrollarse alrededor de esta plataforma temática, pues a través de una animación intensa logra llevarnos a un mundo lleno de violencia, traición, engaño y locura.
La serie pinta un panorama en el que la mafia abunda en Estados Unidos y donde los asesinatos son frecuentes en las calles. Inferno, una compañía misteriosa, está detrás de la mayoría de estos tratos mediante el uso de su arma humana casi invencible: Phantom. Un día, un turista japonés es testigo accidental del último asesinato de Phantom. Desesperado por escapar, el turista se esconde en un edificio apartado. Sin embargo, Phantom, se revela como una mujer joven llamada Ein, y captura al turista para lavarle el cerebro y unirlo a las filas de su organización. Otorgándole el nombre de «Zwei», este turista una vez pacífico ahora es un mortal títere sin recuerdos.
Ya que estamos en el tema de la acción, vale la pena decir que el apartado de animación de Requiem for the Phantom es muy bueno. Quizá el modelado de los personajes no es el más consistente, pero los bellos paisajes y la fluidez de movimientos a la hora de los tiroteos son más que suficiente para compensar cualquier contratiempo técnico que podamos encontrar. Esto es bueno, porque también hay escenas que dependen mucho de la emoción que los personajes de la serie pueden crear en la audiencia, y de no ser por un buen entendimiento del ritmo en cuanto animación, estos momentos se sentirián tediosos y aburridos.
Phantom: Requiem for the Phantom es una recomendación sólida de anime. Hay acción, drama, misterio y romance, pero nunca parece que alguno de estos elementos se impone rotundamente sobre los otros. Es un balance y gracias a ello se convierte rápidamente en una serie muy, muy disfrutable.