La llegada de una nueva entrega de la venerada saga del fontanero favorito de los videojuegos ha causado un gran revuelo. Nos encontramos ante la aventura en 2D más creativa de Mario en mucho tiempo. Aunque su enfoque se asemeja a las clásicas plataformas de desplazamiento lateral en lugar de seguir la senda de Super Mario Odyssey, logra capturar de manera brillante muchos de los elementos característicos de los juegos más recientes de Mario y sus amigos, lo que le hace honrar verdaderamente su nombre.
Jugar a Super Mario Bros. Wonder es como experimentar por primera vez la magia de Disneylandia. No sabes lo que te aguarda más allá de la próxima curva de la montaña rusa o tras la siguiente puerta cerrada, pero siempre te sorprenderán cantos inesperados, criaturas extrañas y, de vez en cuando, un personaje disfrazado gigante. La adición de las flores Wonder simboliza ese factor sorpresa que inunda todo el juego. En cada nivel, se esconde al menos una Flor Wonder, lo que implica siempre un toque de investigación o una sincronización perfecta.
Las flores Wonder modifican de manera inesperada cada nivel, cambiando sus objetivos y, en ocasiones, incluso sus mecánicas. Algunas convierten todo el espacio jugable en una bola de nieve gigante al estilo de Katamari, mientras que otras voltean el mundo de lado y convierten la siguiente sección en un rompecabezas de arriba a abajo. Otras permiten a Mario (o a otros personajes jugables) asumir nuevas formas; un ejemplo es el nivel en el que te conviertes en un globo inflado que rebota, imitando a un enemigo cómicamente conocido como Bloomp. En algunos niveles, incluso puedes adoptar la forma de un Goomba con un pequeño sombrero de Mario, lo que te impide saltar pero te hace inmune a peligros habituales como los picos.
Aunque algunos efectos de las flores se repiten, cada uno de ellos tiene su magia única. Este juego permite que la sensación de descubrimiento, que tanto apreciamos en los mundos abiertos de Super Mario Odyssey y Super Mario Galaxy, esté presente en una aventura en 2D. Siempre se te recompensará al superar los desafíos de Super Mario Bros. Wonder, ya sea con una Flor Maravilla o con algunas monedas como reconocimiento de tu hallazgo. Esa alegría es el núcleo de Super Mario Wonder, una sensación que impregna cada minuto de la experiencia, incluso cuando Bowser y su pandilla continúan siendo tan irritantes como siempre.
Super Mario Bros. Wonder destaca como la entrega más hermosa de la franquicia hasta la fecha, con un nivel de pulido y brillantez que lo distingue de sus predecesores. Los diseños de niveles impresionan, y la combinación de linealidad y oportunidad de exploración en el mundo exterior resulta cautivadora. Aunque encontramos los habituales mundos temáticos, Wonder Flowers logra mantener la frescura, incluso en un escenario de hielo que Mario ha recorrido en otras entregas.
Un aspecto destacado de Super Mario Bros. Wonder es su uso de la oscuridad. Si bien juegos anteriores han explorado la temática de las casas encantadas con luces apagadas y Boos, aquí se aprovecha el contraste entre la luz y la oscuridad de manera única. El juego saca partido de la pantalla OLED de la Nintendo Switch para crear una atmósfera inmersiva.
Super Mario Bros. Wonder es un sobresaliente juego de Mario en 2D con una construcción de mundo impresionante, una trilogía de potenciadores divertidos y toques finales que añaden personalidad a cada paso. Las flores Wonder, por su parte, añaden magia y completan una experiencia de Mario verdaderamente inolvidable.
Nos encontramos ante la aventura en 2D más creativa de Mario en mucho tiempo.
Una obra maestra en 2D que mezcla la frescura de las nuevas mecánicas con la esencia clásica de Mario, brindando diversión, sorpresas y una gran dosis de alegría en cada nivel. Un título imprescindible para los amantes de los juegos de plataformas.