Rodeada por un bosque y una entrada cerrada, la Grace Field House está habitada por huérfanos que viven juntos como una gran familia, atendidos por su «mamá», Isabella. A pesar de que se les exige que tomen pruebas diariamente, los niños tienen la libertad de pasar el tiempo que les plazca jugando afuera, siempre y cuando no se aventuren demasiado lejos del orfanato, una regla que se espera que sigan sin importar nada. Sin embargo, todo lo bueno debe llegar a su fin, ya que cada pocos meses, un niño es adoptado y enviado a vivir con su nueva familia…para que nunca más se vuelva a escuchar sobre él. Los tres hermanos mayores tienen sus sospechas sobre lo que realmente está sucediendo en el orfanato, y están a punto de descubrir el cruel destino que espera a los niños que viven en Grace Field, incluida la naturaleza retorcida de su amada “mamá”. No pasa mucho tiempo para que descubran que su querido hogar no es más que una granja para cosechar niños inocentes para que eventualmente sean vendidos a hambrientos demonios con un inesperado talento para el regateo. Enfrentados con esta cruda realidad los hermanos deciden escapar y llevarse con ellos a la mayor cantidad de niños posibles, al mismo tiempo que la dualidad de Isabella se torna más compleja y peligrosa.
La tensión y guerra psicológica está constantemente presente en The Promised Neverland y es bizarramente cautivadora.. Un tema de la serie es mostrarnos lo que sucede cuando el mal obliga a las personas buenas a tomar decisiones que parecen imposibles. Hay una pregunta retórica que la trama hace: ¿Cómo puede alguien reajustarse a toda su realidad y existencia siendo una mentira? Esto se ve mejor ejemplificado en los niños y su deseo de huir y los dilemas a los que Isabella debe de enfrentarse como consecuencia. Los protagonistas intentan constantemente superar a su cuidadora mientras ella hace todo para mantenerlos atrapados. Nadie muestra misericordia ni señales de duda, lo que significa que obtenemos un verdadero thriller psicológico. El ritmo narrativo te da el tiempo suficiente para asimilar y digerir todo, y también sabe cuándo dejar que te relajes y dar espacio para desarrollar a los personajes para mejor entender qué es lo que está ocurriendo en sus mentes más allá de lo que la superficie sugiere.
Eso sí, la forma en que los momentos más tensos son representados es excelente. El silencio aparentemente total de una escena, el uso de efectos de sonido como el goteo de agua del techo, los pisos chirriantes, la respiración pesada, todo esto realmente ayuda a aumentar la el temor hasta el punto que la audiencia casi puede sentir que está ahí en Grace Field luchando por su vida. El equipo de producción de CloverWorks optó sabiamente por enfocarse en adaptar el espíritu de la historia original más que sus características estéticas, aunque en el proceso de emplear un balance entre animación tradicional y CGI han logrado una identidad de estilo propia y satisfactoria.
La subversión del shounen siempre es algo bienvenida en el mundo de anime y The Promised Neverland con su sublime balance entre lo frenético y atemorizante logra ser una joya que definitivamente debes de ver esta temporada.