Hace poco más de 30 años llegó al NES un pequeño juego llamado River City Ramson. Este título, el tercero en la serie de Kunio-Kun desarrollada por Technos Japan, combinaba algunas mecánicas de juegos de pelea con elementos comúnmente encontrados en los RPG, todo bajo un estilo artístico que emulaba al mundo del manga pero presentado a través de simpáticos personajes pixelados. El resultado fue un beat’em up de mundo abierto que irradiaba estilo. Sí, en su momento quizá no se trató del juego más exitoso o celebrado, pero con el pasar del tiempo y el valor agregado de la comprensión retrospectiva, River City Ransom logró alcanzar un estatus como juego de culto; una pequeña joya que se ha visto relanzada para múltiples plataformas a lo largo de las últimas décadas. Hoy finalmente podemos escribir un nuevo capítulo en esta historia gracias a River City Girls, una secuela/sucesor espiritual que toma todo lo que nos gustaba del original y le inyecta una saludable dosis de modernidad. Queda más que claro que este ya no es un mundo exclusivamente pensado para los hombres más varoniles; las chicas también pueden patear traseros.
La premisa detrás de River City Girls es tan sencilla que su simplicidad nos recuerda a los tiempos de antaño en las maquinitas; aquella época en la que no había mucho tiempo para la narrativa y el principal enfoque era la acción. Resulta que los novios de las dos chicas principales, Kyoko y Misako, han sido secuestrado y depende de ellas patear todos los traseros posibles para lograr salvarlos. Los eventos que toman lugar después son múltiples secuencias de combate en la que estas dos chicas hacen uso de cualquier arma que esté tirada en el suelo, su propia agilidad y proeza física para romper varios cráneos y dejar sueltos varios dientes. De vez en cuando esta secuencia frenética se ve interrumpida por misiones secundarias en las que el ámbito de la exploración juega un papel muy importante. Debido a que no pueden solucionarlo todo exclusivamente a raíz de golpes y patadas, estas misiones un poco más calladas sirven para propulsar la trama hacia su siguiente acto, además de que nos permiten apreciar la atención a detalle que se ha colocado en el diseño de este pixelado y violento mundo.
Sería fácil pensar que este es un juego con mucho estilo y poca sustancia, pero basta con ver la presentación que respalda a River City Girls para entender que este no es el caso, por el contrario. Las escenas representadas a través de paneles estilo manga hace homenaje a las influencias que inspiraron el diseño del juego original, además de que son una forma muy imaginativa de presentarnos la progresión de la historia. Gracias a estas secuencias podemos entender con mayor detalle lo que está sucediendo en la trama sin tener que recurrir a cansados diálogos de exposición. La interacción entre los personajes también está muy bien cuidada, ya que la selección de diálogos balancea a la perfección el humor con el drama, resultando en personajes que nos podemos tomar en serio pero que no tienen miedo de demostrar talentos cómics muy adecuados al ridículo panorama que se nos pinta.
River City Girls claramente es un juego desarrollado con pasión. El único beat’em up contemporáneo que viene a la mente que tiene tanto estilo y calidad mecánica es Scott Pilgrim Vs. The World. Decir que River City Girls es igual de bueno que este a veces desapercibido juego de licencia es quizá uno de los más altos honores que podríamos dar en este género. Si eres fanático del juego original o buscas algo que se sienta fresco y con una actitud llamativa, River City Girls es un título que debes de agregar ahora mismo a tu colección.
