Seri Koyuki solo está tratando de tener una vida escolar normal, pero en cambio termina actuando como la contraparte cuerda a su excéntrico compañero, Kabuto Hanadori. Kabuto es un estudiante de secundaria con grandes delirios, sus fantasías van desde creer que es un caballero hasta afirmar que quitarse el parche en el ojo liberaría a un alter ego malvado llamado Michael Offenbarung Dunkelheit. Seri está decidido a no dejarse arrastrar por las desventuras de Kabuto, pero rápidamente nos damos cuenta que quizá eso es casi imposible.
Así es como se nos presenta el mundo de A Destructive God Sits Next to Me, un anime sobre la vida escolar que tiene mucho lugar para la comedia más ridícula pero es a final de cuentas un slice of life de corazón. Como dijimos, la historia sigue a Seri en sus intentos de alejarse del caos de Kabuto, aunque en ocasiones parece que sus delirios quizá no están tan alejados de la realidad. Definitivamente estamos tratando con un tipo de humor bastante extraño, incluso para estándares japoneses. A Destructive God Sits Next to Me presenta una guionización muy en el estilo de una comedia británica estereotipada, siguienda esa fórmula de persona normal arrojada en un mundo donde cosas extraordinarias pasan alrededor de ella y debe de ser quien mantenga de alguna u otra forma los pies sobre la tierra.
La serie en sí está consciente de sus elementos, ya que Seri, a pesar de buscar ser normal, tiene rasgos faciales que lo hacen parecerse mucho a un gato. Quizá sea uno de los usos más simples de ironía como recurso narrativo que podamos encontrar, pero son detalles como este los que hacen de la historia de A Destructive God Sits Next to Me algo tan divertido de ver: siempre está ocurriendo algo, ya sea en términos de historia o de animación, por lo que si te preocupa que un slice of life más del montón en tu lista para maratonear sea aburrido puedes dejar esas dudas en la puerta; aquí tenemos un producto completamente llamativo, incluso si puedes ser en ocasiones derivativo.
Hablando de cosas llamativas, complementando al dúo de Kabuto y Seri tenemos a Utsugi Tsukimiya, quien también tiene delirios extraños y además quizá tenga una especie de poderes telepáticos. Tanto Utsugi como Kabuto están siempre arrastrando a Seri hacia los problemas, mismos que aunque podrán parecer ser una enorme fuente de frustración para el protagonista, resultan ser bastante entretenidos como pequeñas historias que deleitan a la audiencia. Quizá haya un significado más profundo en cómo Seri quiere tan desesperadamente alejarse de las excentricidades, pero incluso si no lo encontramos nos quedamos con varias secuencias hilarantes.
A Destructive God Sits Next to Me es un giro interesante a la conocida fórmula de animes de vida escolar del tipo slice of life. No es una obra maestra, pero es lo suficientemente peculiar como para merecer como mínimo un vistazo. Así como Seri, quizá te veas arrastrado sin que te des cuenta hacia las extrañas ocurrencias de este mundo.
