Kazuma Satō es un hikikomori que vive en un sector rural de Japón. Un día, decidido ir a comprar lo antes posible un videojuego, sale de casa y de regreso observa a una chica que sería atropellada por un camión y hace lo impensable para salvárla, muriendo de forma heroica. O eso creía, puesto que realmente no fue atropellado y murió de un susto al pensar que lo había atropellado un camión, el cual ni siquiera era un camión y solo era un lento tractor que pasaba saludando a la joven que tampoco necesitaba ayuda, y solo la empujó violentamente. Sí, toda una tragedia de pena ajena.
Su partir de este mundo fue tan patético que incluso los médicos que lo revisaron se burlaron de él, su familia también lo hizo, y todo en cuánto supo de su muerte se rió. Mágicamente, despierta en un salón increíble y desconocido, en el que encuentra a una hermosa diosa llamada Aqua, que le ofrece, luego de burlarse de su ridícula muerte, claro, darle una nueva vida en un universo paralelo y de fantasía, en el que tendrá aventuras increíbles, enfrentará monstruos terribles, aprenderá poderosas magias, y deberá derrotar a un rey demonio que es el gobernante de ese mundo, alzándose como el héroe entre héroes, por lo cual le brindará un arma, habilidad u objeto (incluso ser) que lo ayude en su aventura.
Esa es la premisa que persigue en general a la serie de Konosuba, sin embargo ahora que llega la película que nos pone en un escenario más que interesante, ahora la aventura de Kazuma y compañía empieza cuando reciben una carta de Yunyun que les pide que vayan al pueblo del Crimson Demon Clan.
La premisa, muy al estilo de Silent Hill, es muy efectiva pero tampoco es que se nos permita una conclusión épica a los conflictos que nos hayan quitado el sueño, fue solo que la expectativa era mucha y lo que sabíamos era poco por lo que el resultado no fue ad hoc a las expectativas, pero tampoco es que no se trate de una buena obra de la serie, al final entrega lo que propone, la cosa que es que tampoco es que proponga mucho.
La situación con Konosuba Legend of Crimson es que busca ser muy amigables con los nuevos y hacernos sentir a los veteranos del anime, poder sentir que regresamos de forma natural a este virtual mundo, pero dentro de las profundidades narrativos vemos todo como una excusa no tan buena para darnos una historia, una que sí, refuerza la relación que tiene sus personajes, además de que sabemos un poco de más trasfondo de ellos, no indispensable de saber para quienes no la hayan visto, pero que te da más mitología de este mundo, uno que supimos amarán de la serie homónima.
Visualmente la película no tiene ningún desperdicio, es decir, esperamos mejora visual con respecto a la serie y la tenemos, menos se podría esperar de la película. El juego de luces y sombras recalca en el particular destino al que nos enfrentamos en la historia. Además da alguno que otro momento estético que siempre se agradece hay que acentuar ese aura de ciencia ficción que carga la serie en sus espaldas como buen isekai.
Miren, no vamos a mentir y decir que Konosuba Legend of Crimson es la mejor película que vamos a encontrar de anime, sin embargo para los fans que le hayan agarrado cariño al anime tiene que revivir esta bienvenida al mundo virtual. No sabemos que se puede derivar a partir de este punto de contenido para la serie, sin embargo seguramente será importante y todo otaku que se respete tiene que estar al tanto de ello, por lo que la película al final aporta más de lo que su premisa nos invita a pensar.