Ocurrió de la nada, de forma completamente inesperada: aliens parasitarios descendieron sobre la tierra y rápidamente se apoderaron de la mente de los inocentes, infiltrándose entre nosotros, viviendo como humanos. Solo es cuestión de tiempo para que se apoderen de todo lo que existe, usando los cuerpos mortales para calmar su aparentemente interminable apetito.
Shinichi Izumi es una de las pobres víctimas de los parásitos, siendo un estudiante de 16 años parecería el huésped perfecto para este tipo de criaturas, sin embargo, el proceso no sale como se esperaba y en lugar de apoderarse de su cerebro el parásito termina cayendo en su mano derecha. Sin ninguna otra opción, el parásito, llamado Migi, deberá depender de Shinichi para sobrevivir, mientras que el joven tendrá que aprender a lidiar con esta dualidad en su vida y a no sucumbir ante los oscuros deseos de esta raza alienígena que habita sus venas.
Así es como nos adentramos al mundo de Parasyte, un anime con un gran balance de ciencia ficción, drama, acción y horror. La premisa de un alien o monstruo apoderándose del cuerpo de alguien más es uno de esos clichés dentro de la ciencia ficción que quizá ya nos están cansando, afortunadamente la forma en la que Parasyte aborda la idea se siente original, el rol de Shinichi como huésped de un parásito alienígena hace que la amenaza de la inminente invasión gane un carácter mucho más profundo y hasta personal, dándole un rostro a la amenaza que acecha en las sombras.
Es obvio que Parasyte quiere comunicarnos cierto mensaje filosófico acerca de las dualidades de la naturaleza, el rol de la identidad y temáticas por el estilo; aunque a veces logra sentirse como algo verdaderamente profundo, la verdad es que la mayoría del tiempo quizá podrá verse demasiado pretencioso, pero es sólo debido al hecho de que aborda tantas cosas que parece que estamos condenados a recibir diálogo de exposición en cada uno de los episodios. En pocas palabras, puede que la historia te capture por completo y te mantenga pegado a la pantalla, o es posible que también te canse rápidamente y pierdas todo interés en ver qué es lo que pasa después en la trama.
En un apartado técnico y artístico, Parasyte es completamente fiel al manga en que se ve basado, el mundo de Iwaaki Hitoshi se ve perfectamente trasladado de la página a la pantalla, eso sin mencionar que el estudio Madhouse hace un trabajo sublime para dar vida tanto a las escenas más frenéticas como a los momentos de total tensión.
Muchos opinarán que Parasyte es un anime sobrevalorado, y es fácil ver porqué se podría llegar a pensar esto: 5 de cada 10 diálogos cargan con una connotación filosófica que pretende decir demasiado en muy pocas palabras. Sin embargo, si tenemos paciencia, podemos ver una historia de ciencia ficción como ninguna otra, que rinde completo homenaje a todo lo que la precedió, desde otros animes hasta clásicas B-Movies americanas, pero que no duda en traer sus propias ideas a la mesa. Con una animación excelente y una trama que tiene el potencial de atraparte de principio a fin, Parasyte es un anime que merece una oportunidad, si se la das puede que te topes con algo mucho más profundo que la mayoría de las series que podemos encontrar en el entretenimiento moderno.