Pokémon es sin lugar a dudas una de las franquicias más grandes en la historia de la ficción. Ya hemos dicho antes como la historia de los monstruos de bolsillo es equiparable a cosas como Star Wars, el Universo Cinematográfico de Marvel y Harry Potter gracias a su colosal presencia mediática. Lo que es más, a diferencia de estas otras populares franquicias, Pokémon se las ha ingeniado para mantener su atractivo intacto con el pasar de los años, prácticamente recibiendo elogios universales con tan sólo unas pocas excepciones. ¿Cómo fue que este titán se convirtió en lo que es ahora? ¿Acaso algún día su reinado terminará? Vamos a responder estas preguntas a continuación.
Desde su nacimiento a inicios de los noventa, Pokémon ha sabido cómo penetrar en la conciencia popular gracias a una marcada presencia en básicamente todos los ámbitos. Aunque empezó como un videojuego para el Game Boy, Pokémon no tardó en manifestarse en juguetes, coleccionables y, por supuesto, una memorable serie animada. El impacto de Pokémon como franquicia multimedios no debería de ser una sorpresa, sin embargo, al menos no en occidente. Verán, en medio del lanzamiento original de lasaga en Japón y su debut en América hubo casi dos años de diferencia, por lo que ejecutivos de marketing, directores creativos de publicidad, agencias de doblaje, empresas jugueteras y todo aquel que tuviera interés en la licencia de Pokémon tuvieron dos vueltas enteras al Sol para diseñar su plan de acción. El resultado fue la llamada Pokemania, una fiebre que vio todas las jugueterías, cuartos de niños y hasta el famoso desfile de Día de Acción de Gracias de Nueva York adornarse con la imagen de Pikachu.
¿Es entonces la clave del éxito de Pokémon algo tan simple como haber tenido suficiente tiempo para planear su lanzamiento mundial? Sí y no, pues aunque definitivamente ayudó bastante tener un itinerario riguroso que se aseguraba de sacarle el mayor provecho a la marca en todo momento, mantener el interés de la gente en las aventuras de Ash y compañía en el anime, o darles razones para comprar las siguientes entregas de sus videojuegos, fue un proceso ligeramente más complejo.
En un inicio podría parecer que la máquina mediática de Pokémon es lo suficientemente poderosa para funcionar y atraer a nuevos fanáticos por sí misma, pero en lugar de valerse solamente de eso, las mentes detrás de The Pokémon Company decidieron reinvertir los frutos de su éxito inicial. El anime, en lugar de terminar después de una temporada como originalmente se planeaba, fue extendido de tal forma que hasta este día seguimos obteniendo episodios nuevos. La razón de esto era mantener la presencia de Pokémon en la conciencia popular incluso cuando no se planeaba lanzar un nuevo videojuego de la serie en un futuro próximo. De esta manera, el anime pasó de ser un complemento a los juegos a convertirse en su propia entidad. Sí, algunos episodios y largometrajes del anime tenían el propósito de incitar al público a comprar la más nueva versión de Pokémon para la portátil de Nintendo en turno, pero la historia que contaban era suya nada más, completamente independiente (y a veces contradictoria) de lo que los juegos presentaban.
Bueno, ¿con todo esto qué queremos decir? Simplemente que la clave del éxito de Pokémon es algo tan complejo que no podemos apuntar sólo a una cosa como la culpable. Es una combinación extraña y única de tiempo, aprecio por la marca y un encanto intangible que sigue vigente después de casi 30 años de trayectoria. Nintendo, Game Freak, Satoshi Tajiri y The Pokémon Company tuvieron suerte en capturar este relámpago en una botella, pero mantenerlo ahí brillando todavía es completamente mérito propio.