En un momento en que a veces se producen discusiones acaloradas sobre la similitud en tono, contenido y apariencia en las películas animadas por computadora americanas, Colorful sirve como un recordatorio de que la animación tiene un poder único: el tocar emociones profundas y abordar graves problemas sociales. En la estación de tren del más allá, a un alma abandonada y resignada se le dice que se ha ganado una rara segunda oportunidad para volver a entrar en el ciclo de nacimiento, vida, muerte y renacimiento. El alma se colocará en el cuerpo de Makoto Kobayashi, un estudiante de secundaria que acaba de suicidarse. Él lo hará tener un tiempo finito para descubrir el pecado que cometió en vida que lo puso en esta posición y expiarlo. Si tiene éxito, volverá a entrar en el mundo de los vivos; si fracasa, dejará de existir por completo.
El alma perdida, que se comunica a través de tarjetas, saluda esta noticia con una notable falta de entusiasmo; realmente preferiría la extinción, pero se ha tomado la decisión y no tiene elección. Entra al asignado cuerpo y los signos vitales de Makoto Kobayashi regresan. Los doctores entran en acción mientras su familia llora de alegría.
El alma que habita el cuerpo recién revivido se siente confundida y desconectada. No sabe quién es o fue Makoto. Ni siquiera sabe donde está su dormitorio. Purapura, un espíritu extraño, a menudo poco comprensivo, reparte información fragmentada. La habitación de Makoto está en el segundo piso. Su padre es un asalariado inútil; su hermano mayor Mitsuru no le habla; su madre terminó recientemente un romance con su instructor baile, etc.
Al alma de Makoto no le gusta esta nueva familia. Mirando sus defectos, se niega a comer las comidas que cocina su madre, ignora a su padre y desaira a su hermano. En la escuela, se da cuenta de que Makoto no tiene amigos. Casi nadie le habla, excepto Shoko Sano, una chica incómoda que se da cuenta que el «nuevo» Makoto es diferente; Hiroka Kuwabara, una chica bonita que está impresionada con la habilidad artística de Makoto; y Saotome, un chico que le muestra por vez primera lo que significa tener un amigo.
Los animadores japoneses tratan la muerte de manera muy diferente a los artistas occidentales. En Yu Yu Hakusho, por ejemplo, Yusuke Urameshi tiene la oportunidad de redimir su mal comportamiento en la popular fantasía de artes marciales. En Fullmetal Alchemist, el alma de Alphonse permanece mágicamente fijada a una armadura vacía mientras su cuerpo languidece en el inframundo; Goku, famosamente, continúa entrenando en el otro mundo y regresa a Tierra para la batalla culminante en las temporadas finales de Dragon Ball Z. La muerte en el arte oriental no es un final; es un nuevo comienzo, y sentimos que Colorful no sólo continua esta filosofía sino que lo delimita en un panorama que es al mismo tiempo emocionalmente denso.
Su clara fidelidad a la filosofía oriental, sin embargo, no significa que deje de lado influencias de occidente, pues si alguna vez viste el clásico de Navidad, It’s A Wonderful Life notarás que Colorful sigue ese mismo espíritu esperanzador humano. Este anime es bello, tal como la vida que celebra, y creemos que si quieres ver una película que tiente hasta a emociones que no sabías que tenías, te sugerimos agregar Colorful a tu list.