Diez años atrás, una anomalía espacio-temporal apareció en Sudamérica, denominada “Heaven’s Gate”. Poco tiempo después, otra anomalía similar, el “Hell’s Gate”, se manifestó en Tokyo, Japón, causando destrucción y pánico. Peor aún: Las estrellas como las conocemos desaparecieron del cielo, siendo reemplazadas por estrellas falsas, a la vez que ciertas personas empezaron a adquirir misteriosos poderes. Para poder usar sus habilidades estas personas tienen que pagar cierto precio, que siempre es el mismo, como por ejemplo comer cierto tipo de comida, o realizar una actividad repetitiva cierto número de veces. Como tienen que cumplir un Contrato, a estos individuos se les denomina como Contratistas, y poco después de su surgimiento el resto de la gente descubre lo peligrosos que pueden llegar a ser, ya que junto con sus poderes y su contrato, adquieren una forma lógica y fría de ver el mundo, carente por completo de emociones, por lo que muchos de ellos terminan dedicándose, forzados o por conveniencia, al crimen.
Una organización criminal ha aprovechado a los contratistas para obtener un poder equiparable al de un país. Conocida simplemente como el Sindicato, usa a contratistas como espías, ladrones y asesinos a lo largo y ancho del mundo. Nuestro protagonista, un contratista de origen Chino llamado “Hei”, es un empleado de dicho Sindicato, y en compañía de su equipo de trabajo compuesto por la medium espiritual Yin, el contratista de soporte Mao, el cual debido a su poder quedó atrapado en el cuerpo de un gato, y finalmente el líder del grupo y quien les comunica las misiones y mensajes del Sindicato, el malhumorado Huang.
Lo mejor de Darker than Black es lo sólido del trasfondo, y como el mundo construído alrededor de Hell’s Gate, las estrellas falsas y los contratistas, se vuelve una fuente de historias de una gran cantidad de géneros. En general, la serie estructura sus historias en grupos de dos capítulos formando un arco narrativo. Hay historias personales que exploran el pasado de los protagonistas, como hay otras que se enfocan más en cómo personajes, que parecen no tener nada que ver con la historia general de la serie, terminan involucrándose en mayor o menor medida. aunque su narrativa es sumamente estructurada al crear arcos dramáticos en bloques de dos capítulos, el ritmo al que avanza el arco general de la historia, o lo que es lo mismo, los eventos y actores que están directamente involucrados con la conclusión, avanza a un ritmo constante, incluso aunque no sea del todo aparente. Todos esos personajes secundarios toman fuerza a lo largo de la narrativa, mostrando no sólo puntos de vista distintos a los de Hei y compañía. Está la policía de Tokyo, quienes cuentan con sus propios métodos para identificar y tratar de controlar las situaciones creadas por Contratistas, o de ser necesario eliminarlos. Están también los grupos de otras organizaciones, como los agentes del MI6 británico, la CIA estadounidense, entre otros, los cuales tienen sus propios objetivos y planes, a veces aparentemente en conjunto, a veces completamente opuestos uno del otro.
El apartado visual es en igual medida asombroso, siempre hay una sensación de misterio y un enemigo puede esconderse en cualquier lugar. Nunca se puede saber qué está pasando y no cambia las escenas al azar. El espectáculo es fluido y prácticamente perfecto, pues trabaja en armonía con la historia, enalteciendo los momentos de alta tensión o ayudando a relajarnos en aquellos un poco más callados e introspectivos. Aunque la primera impresión de esta serie diga lo contrario, esta es una aventura sumamente cautivadora que no le teme a de vez en cuando sumergir sus pies en la oscuridad.