La animadora Kyouko Kotani ha señalado que la producción de animes largos es cada vez más complicada debido a la falta de personal y las altas exigencias de calidad. Según Kotani, actualmente es casi imposible realizar dos temporadas seguidas de una serie, ya que la animación televisiva requiere estándares cercanos a los de una película.
Uno de los mayores problemas es la escasez de animadores especializados en layouts y dibujos clave, lo que retrasa la producción y obliga a los estudios a recurrir a personal sin experiencia. Además, la estrategia de los comités de producción, que buscan diversificar riesgos creando múltiples proyectos a la vez, ha sobrecargado aún más la industria.
La creciente demanda de adaptaciones de light novels y webcomics también ha generado debate, ya que muchos consideran que la industria prioriza la cantidad sobre la calidad. Algunos estudios aún intentan mantener altos estándares, pero la presión por lanzar nuevos títulos rápidamente ha afectado la calidad general del anime.
Con este panorama, los animes largos son cada vez menos frecuentes y solo las producciones con gran respaldo financiero logran mantener temporadas extendidas. La industria enfrenta el reto de equilibrar calidad y demanda sin comprometer la estabilidad de sus trabajadores.