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MUNDO ANIME: Ajin: Semihumano

Los misteriosos seres humanos inmortales conocidos como «Ajin» aparecieron por primera vez hace 17 años en África. Tras su descubrimiento, fueron etiquetados como una amenaza para la humanidad, ya que podrían usar sus poderes para el mal y eran incapaces de ser destruidos. Desde entonces, cada vez que se encuentra un Ajin en la sociedad, debe ser arrestado y puesto bajo custodia de inmediato.

Estudiando mucho para convertirse en médico, Kei Nagai es un estudiante de secundaria que sabe muy poco sobre Ajin, nada fuera de haberlos visto aparecer en las noticias de vez en cuando. A los estudiantes se les enseña que estas criaturas no se consideran humanas, pero Kei no presta mucha atención en clase. Como resultado, su peligrosamente limitado conocimiento sobre el tema resulta ser completamente irrelevante cuando sobrevive a un accidente que se suponía iba a cobrar su vida, señalando su renacimiento como Ajin y el comienzo de sus días de tormento. Sin embargo, cuando se encuentra solo huyendo del mundo entero, Kei pronto se da cuenta de que más de su especie pueden estar mucho más cerca de lo que cree; para bien y para mal. 

Así se nos pinta el panorama de Ajin, un anime que definitivamente toma una ruta narrativa que ya hemos visto antes en obras como Tokyo Ghoul y Elfen Lied, en el sentido de que enfrenta a una raza sobrehumana con el resto de los mortales para representar una lucha de clases, una persecución prejuiciosa y un desarrollo de la historia que termina siendo en ocasiones más una lección filosófica tangencial que una pieza de entretenimiento. Porque sabemos que es lo primero en la mente de todos, debemos de  abordar de inmediato la animación. Sí, el CGI en 3D puede dar miedo a la hora de aplicarse en una serie de anime. Todos hemos visto monstruosidades como el dragón de Fate Stay Night, el Ghost in the Shell SAC original, Absolute Duo y muchos otros. También estamos plenamente conscientes de lo feo que se ve ese sombreado casi de plástico, pero aquí aplica el viejo y conocido refrán de “no juzgues a un libro por su portada”. Ajin puede ser un anime de apartado visual feo, y la peor parte es la velocidad de fotogramas, que a veces es muy lenta y reduce la experiencia visual; sin embargo, sentimos que en ocasiones esto contribuye a la atmósfera tensa y a veces surreal que se pretende crear con su historia. Para su mérito, Ajin resulta ser fácil de ver y fluye bien en ocasiones, y dado el material oscuro que maneja, cómo se proyecta con una paleta de colores lúgubre, pareciera que hasta los momentos de baja calidad de producción son completamente intencionales. 

De hecho, estamos casi seguros de ello, pues es evidente que el mundo Ajin está muy bien pensado y construido. Desde el principio vemos estudiantes en la escuela chismeando sobre un video viral que supuestamente presenta a un Ajin siendo asesinado una y otra vez por funcionarios del gobierno turbios. Más tarde vemos transmisiones de noticias con los nombres de Ajin sospechosos y reconocemos que hay una gran cantidad de información sobre lo que realmente son estas criaturas a la que el público en general no tiene acceso. Esta introducción realista de la intriga pública inspira un sentimiento muy natural y prepara el escenario para la faceta sociopolítica que estará al centro de la historia más adelante, con encubrimientos gubernamentales y guerra de información.

En esta nota, debe tenerse en cuenta que esta serie realmente empujó los límites en lo que ha contenido oscuro e impactante se refiere. La sangre, la acción, pero más que nada el caos y destrucción masiva que la tensión social entre los Ajin y humanos ocasiona son elementos que realmente hacen ruido en pantalla. Literalmente, en ocasiones. Del mismo modo, la historia hace un gran trabajo al hacer que todo sea moralmente gris, con abusos de poder por parte del gobierno y astutas manipulaciones para cambiar la opinión pública de las masas ignorantes hacia la difícil situación de Ajin. Esta no es una historia de buenos contra malo, ni siquiera de oprimidos contra opresores, se trata de dos extremos opuestos, pero igual de oscuros de la naturaleza humana enfrentándose entre sí…y ahí yace la retorcida belleza de la serie.

 

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