En los últimos años parece que el género isekai se ha convertido en una avalancha imparable dentro del mundo del anime. Cada temporada nos encontramos con nuevas propuestas que siguen más o menos los mismos tropos, desde una ambientación a la RPG y combate contra monstruos hasta un protagonista encargado con caminar la delgada línea que separa a la realidad de la fantasía. Habiendo dicho esto, Isekai Shokudou, merece una mención honorífica, ya que a pesar de construir sobre los clichés conocidos se las ingenia para crear una experiencia fresca.
También conocido como ‘Restaurant to Another World’, esta serie combina múltiples elementos del género isekai con fantasía, slice of life e inesperadamente el mundo de la cocina. Desarrollando sus eventos en el Western Restaurant Nekoya, un popular establecimiento de Tokyo que la mayoría de los días sirve unos deliciosos platillos a sus comensales, pero los sábados se convierte en algo mucho más especial: en un portal a otro mundo a través del que duendes, dragones y toda criatura mágica que haya en medio puede caminar entre nuestras tierras.
A pesar de que la serie sigue una vibra más que nada optimista, se hace suficiente lugar para incluir algo de drama ligero tal y como lo es el tema de discriminación entre seres de fantasía. Aletta es excluida del mundo humano, por ejemplo, y personajes nobles como la medio elfo Victoria tienen demasiadas prohibiciones en cuanto al matrimonio y enamoramiento. Los dragones, por otro lado, son adorados como dioses. Por decir lo menos, aquí se crea un folclor extenso que nos hace sentir parte de un mundo extraño y profundo.
Ahora bien, ¿cómo podríamos olvidarnos del apartado de la deliciosa comida? Después de todo, para eso llegan todas estas criaturas desde aquella tierra tan lejana. Y, créannos, esta serie realmente sabe cómo hacernos sentir que cada bocado vale totalmente la pena. Tenemos desde chuletas de carne, camarones fritos, espagueti, filete de tofu y sándwiches hasta curry, bollos y todos los postres que puedas imaginar.
Las reacciones de los comensales ponen el broche de oro en la presentaciones de estas bellamente elaboradas delicias. Si la trama no te convence, dale una oportunidad por estas obras de arte comestibles. Definitivamente le hace buena competencia a Food Wars por el premio al food porn definitivo en la ficción.
Isekai Shokudou es una de esas series que no tiene una verdadera razón para existir, algo así como los dulces en la vida real: no aportan nada nutritivo pero el mundo sería un poco menos divertido si no estuvieran ahí. Isekai Shokudou es exactamente así, no aprenderemos ninguna elección importante al verla, pero la atención al mundo que construye y los platillos que en él se sirven son un deleite bajo sus propios méritos. Recomendamos Isekai Shokudou así como recomendaríamos un postre extravagante: no es para todos, pero si tu paladar lo anhela quizá no haya nada igual de delicioso para ti en el resto de la Tierra.