El arte de la animación, particularmente en el anime, es algo realmente hermoso. A través de ella podemos crear mundos increíbles que tientan a la imaginación de muchos. Sin embargo, las técnicas tradicionales de animación poco a poco se han ido olvidando en favor de alternativas más modernas que, si bien pueden ser más eficientes, en ocasiones carecen de corazón. Hay excepciones, claro, pero el consenso general es que estas series simplemente no se ven bien. Kengan Ashura, lamentablemente, pertenece a esta categoría, con un apartado visual generado por computadora que parece más una cutscene barata de la época del PlayStation original. Eso sí, si podemos ver más allá de la aberrante imaginación podemos encontrar una historia bastante peculiar, tanto que nos enganchará desde el primer episodio.
La premisa aquí es sencilla: los contratos multimillonarios de publicidad, manufactura y demás industrias importantes no se reparten en juntas u oficinas corporativas sino en base a los resultados de sangrientos duelos a muerte clandestinos. Ouma Tokita, apodado «The Ashura», es un luchador que trata de demostrar que es el más fuerte de todos en estas brutales competencias. Hideki Nogi, miembro del Grupo Nogi, contrata a Ouma para que luche por él y convierte a Kazuo Yamashita, un hombre de mediana edad, en su manager. El dúo se ve envuelto en peleas facilitadas por la Asociación Kengan y su viaje estará lleno de batallas despiadadas con otros luchadores con el mismo objetivo: ser el mejor de todos.
Como dijimos, el encanto de Kengan Ashura definitivamente no yace en su calidad visual, pero la premisa tan extraña hace que todo valga totalmente la pena. Aunque toma mucha inspiración de shonens contemporáneos, particularmente de series como Baki the Grappler, Kengan Ashura es una serie del tipo parodia y sátira sobre cualquier otra cosa. Con corporaciones que son claras referencias a populares marcas de comida rápida y hasta videojuegos en acción, incluso si el comentario social acerca de la brutalidad que existe en el alto mundo corporativo pasa por su cabeza sin mucha fanfarria, podrás divertirte al notar las claras parodias a algunos de los nombres más conocidos de la cultura popular.
Dicen que series como esta nacen de la necesidad de querer contar algo diferente, pero al no haber nada realmente nuevo debajo del Sol, se recurre a la deconstrucción de otras ideas populares. Debemos de admitir que esto es bastante cierto en Kengan Ashura, ya que una forma sencilla de sintetizar el espíritu de la serie es decir que se trata de un cruce entre Jojo’s Bizarre Adventure, Baki the Grappler, Fight Club y la WWE de inicios de los 2000, todos bañados en altas cantidades de bebidas alcohólicas y energizantes. Y sí, es tan caótico y morbosamente atractivo como suena. De hecho, quizá es esta naturaleza destructiva en la serie la que hasta cierto punto justifica la animación por computadora, ya que gracias a ella se pueden ver los combates de una manera fluida y frenética que simplemente no hubiera sido posible a través de medios más tradicionales.
Kengan Ashura es una serie diseñada para un público muy en específico, pero con un factor de morbosidad que bien podría atraer a cualquier clase de audiencia. Si puedes ver más allá del CGI barato, puede que te topes con una historia a la que no podríamos ponerle precio.
