En alguna etapa de nuestra vida estudiantil todos hemos tenido la misma pesadilla: un día de escuela que nunca acaba, clases que nos dan los más enormes dolores de cabeza y exámenes sorpresa para los que nunca hemos estudiado. Definitivamente es uno de esos terrores nocturnos que difícilmente olvidaremos incluso años después de la graduación. Con eso en mente, ¿qué tan jodido debe de estar el mundo como para que esa pesadilla termine siendo el “lugar feliz” de una chica? Esa es la premisa básica de School-Live, un anime tierno en la superficie pero retorcidamente oscuro en el fondo.
Yuki Takeya ama tanto a su escuela que no quiere irse nunca. La Secundaria Megurigaoka es un lugar único y animado donde Yuki disfruta de su vida sin preocupaciones como estudiante de tercer año de y miembro del School Living Club. El club, compuesto por la presidenta Yuuri Wakasa, la atlética Kurumi Ebisuzawa, la joven y madura Miki Naoki, la maestra supervisora Megumi Sakura y el perro del club Taroumaru, se enorgullecen de aprovechar al máximo la vida en la escuela. Sin embargo, esta ilusión de felicidad sin fin es solo una burbuja que está a punto de estallar porque Yuki no puede percibir lo que realmente está sucediendo a su alrededor. En realidad, no todo es lo que parece, el verdadero propósito del School Living Club es escapar de la impactante e inquietante verdad: las chicas están en medio de un apocalipsis zombie y se han encerrado dentro de la escuela como las únicas sobrevivientes.
Decir que esto es una interesante yuxtaposición de conceptos se quedaría corto para describir todo lo extrañamente cautivador que está ocurriendo durante la historia de School-Live!. Primero que nada, la sorpresa de ver como el aparentemente dulce mundo de Yuki se desmorona para dar pie a la cruel realidad es todo un shock para el espectador, incluso si nuestra protagonista no está muy consciente de la peligrosa situación en la que se encuentra.
El enorme contraste de estos dos mundos que se pintan, el idílico fantasioso y el violento real es parte de lo que hace de la serie algo tan enganchante desde los primeros episodios. Sin embargo, la dualidad de la serie no es siempre perfecta, no estamos muy convencidos de la forma en que la estética moe se combina con el gore, en lugar de ser una yuxtaposición interesante como el resto de School-Live, esta se siente más como una mezcla poco sensata; no es mantequilla de cacahuate con mermelada…es pizza con piña, si te gusta es porque hay algo profundamente mal en ti.
El desarrollo de personajes y la relación entre las chicas, por otro lado, termina de darle un buen sabor a la historia. Si bien es interesante ver como la fantasía se ve constantemente destruida por el caos que está ocurriendo en el mundo real, la forma en la que las miembros del club lidian con su terrible situación es algo verdaderamente cautivador e incluso hay tiempo para momentos de drama y comedia.
Con todo sobre la mesa, School-Live es un anime recomendable simplemente por su extraña naturaleza. Dale una oportunidad tratándolo como un gusto culposo, puede que en el proceso pierdas la culpa.
