Algo así como Cats, pero ¿para niños?
El universo Pokémon no siempre fue como nosotros lo conocemos. Muchos Pokémon pasaron por grandes cambios durante la primera generación, especialmente cambios estéticos. Gyarados, por ejemplo, parecía un gusano gigante, y después fue cambiado por un diseño parecido al de un dragón tradicional chino. Sin embargo, algo que no se sabía era que el Pokémon más icónico de la franquicia, Pikachu, pudo haberse convertido en algo que hubiera cambiado por completo el futuro de los juegos, las series y películas.
El CEO de The Pokémon Company, Tsunezaku Ishihara, reveló un cambio que pudo haber ocurrido que hubiera sido bizarro y alterado el futuro de la franquicia Pokémon para siempre. En la entrevista que se subió a la página oficial de Nintendo, Ishihara dijo:
«La primera vez que mostramos algunos Pokémon en los Estados Unidos, nos dijeron que eran ‘demasiado lindos’. El personal en Estados Unidos presentó sus ideas para diseños de reemplazo, pero simplemente no podíamos creer el tipo de cosas que proponían».
«Convirtieron a Pikachu en algo así como un tigre con enormes pechos. Parecía un personaje del musical Cats. Cuando pregunté ‘¿cómo se supone que es Pikachu?’ dijeron: ‘Mira, ahí está su cola’… En serio, ese era el tipo de cosas que se proponían».
Por el momento, lo único que estoy esperando es que más fanarts como el del usuario de Twitter @KartoonKane empiecen a surgir reimaginando a Pikachu como un tigre sensual de grande pechos. No porque nos guste la idea, sino por mero morbo para intentar comprender la ridícula idea que Nintendo America tuvo hace décadas.
They turned Pikachu into something like a tiger with huge breasts. It looked like a character from the musical Cats. When I asked ‘how is this supposed to be Pikachu??
~Tsunekazu Ishihara#art #anthro #furry #pikachu #tiger #pokemon pic.twitter.com/UaDCIMhO7D
— Rick Kane (? In 2 Days) (@KartoonKane) July 12, 2020
Pensemos que esto jamás pasó y que podemos seguir disfrutando de Pokemon y sus diseños tal y como los conocemos.
