Durante las últimas horas del pasado 6 de Agosto del 2020, el Presidente de los Estados Unidos Donald Trump le declaró la guerra a China. No lo hizo con la amenaza de un misil o la intervención de las fuerzas armadas en el suelo asíatico, sino a través de un ultimátum hacia una de las empresas que en los últimos años ha demostrado ser la médula de la economía de aquel país: Tencent.
Por si fuera poco, el actual fenómeno de redes sociales, TikTok, también se encuentra en la mira de la administración de Trump. La demanda del mandatario estadounidense fue sencilla: en los siguientes 45 días, Tencent debería de vender su servicio de mensajería, WeChat, y TikTok debería de ser vendido también por su compañía matriz ByteDance; de lo contrario, todas sus actividades quedarán vetadas de los Estados Unidos.
Este movimiento por parte del gobierno americano no vino de la nada, sino que se trata del más reciente acto en una cruzada por mantener la privacidad nacional lejos de las manos de la inteligencia china. O al menos, así es como la campaña se ha vendido a los medios desde que Huawei fue la primera compañía de aquel país en recibir grandes limitaciones económicas en territorio americano.
Analizado de una manera superficial, la estrategia de Trump tiene algo de sentido. Después de todo, China y Estados Unidos son las dos economías más poderosas del planeta y llevan largo rato sosteniendo una tensa relación. Cualquier ventaja que una de ellas sostenga sobre la otra podría romper el delicado equilibrio mundial de formas potencialmente irreversibles. Sonará raro decir entonces que, en un apartado táctico, los planes de la Administración Trump son buenos, pero es en el apartado práctico donde se desmoronan más dramáticamente que el Muro de Berlín.
Empresas como Huawei han creado estrechas relaciones con firmas americanas en los últimos años y limitar sus actividades económicas, incluso si también impide un potencial tráfico de información privilegiada, daña ambas economías y tienta a una retaliación por parte de China. Eso sin considerar cómo afecta al americano promedio.
Miles de americanos hacen uso de los servicios de Huawei, WeChat y hasta TikTok para mantenerse en contacto con sus amigos, familiares y socios en China. Arrebatarles esta herramienta indudablemente les ocasionaría problemas. Empresas como Microsoft han expresado su interés en comprar TikTok para satisfacer las demandas de la Administración Trump, pero los analistas políticos y económicos están de acuerdo que esto sería sólo tratar un síntoma en lugar de la enfermedad entera.
Por otro lado, Estados Unidos no está en una posición de altura moral para predicar acerca de una posible vulneración de privacidad, pues hace tan sólo una semana las cabezas de sus firmas de tecnología más importantes, Mark Zuckerberg de Facebook, Tim Cook de Apple, y Jeff Bezos de Amazon fueron recientemente llamados al Congreso de los Estados Unidos para una audiencia de falta de confianza con respecto al monopolio y violentación de la privacidad de usuarios que estos gigantes de la industria ostentan. De hecho, la razón por la que Microsoft es uno de los nombres sugeridos para comprar TikTok es porque se trata de una de las pocas grandes firmas de tecnología en no ser llamada a dicha audiencia.
Lo más probable es que si estás leyendo esta columna seas un fanático mexicano de los videojuegos y no veas cómo la política externa entre Estados Unidos y China afecta tu día a día, pero debido a que las tenciones incluyen a Tencent y considerando que esta es la compañía de videojuegos más grande del mundo por ingresos, no es dificil ver cómo esta guerra fría de tecnología puede evitar que disfrutes de tu pasatiempo favorito.
Tencent ha publicado varios videojuegos móviles populares, y también es propietario de Riot Games, el estudio detrás de League of Legends basado en Estados Unidos. Tencent tiene además una participación mayoritaria en Supercell, así como participaciones más pequeñas en otras compañías internacionales de juegos como Epic Games y Activision Blizzard. La amenaza de veto de Donald Trump habla acerca de frenar todas las transacciones ligadas a Tencent, lo que en términos sencillos significa por consecuencia la muerte de Riot Games y League of Legends así como fuertes golpes al capital activo de Epic y Activision.
A diferencia de nuestro análisis sobre el T-MEC, sus causas, consecuencias y qué podíamos hacer al respecto, en el caso del ultimátum de Estados Unidos a las firmas de tecnología China no hay nada que se pueda hacer ni una verdadera forma de prepararnos para amortiguar el golpe que, en caso de ocurrir el veto, llegara a nuestro estilo de vida. Esto es porque estamos lidiando con poderes de proporciones verdaderamente colosales.
Definitivamente se escogió el peor momento para aumentar las ya de por sí frágiles tensiones sociopolíticas del 2020. Ver una nueva crisis económica o incluso un conflicto mucho más denso entre naciones como consecuencia del exilio de TikTok y WeChat del territorio americano sería algo increíblemente surreal, pero que irónicamente encajaría con la extraña narrativa de este loco, loco año.
1 Comment
Felipe
Ago 08, 2020 7:15 pmUSA caerá, Trump ha ayudado a cavar una tumba muy profunda, deberiamos de abandonarlos? USA tiene varios años colapsada desde varios flancos y su presidente sigue echando abajo relaciones importantes. Que weba querer dominar al mundo en todos los aspectos..sin darte cuenta que ya casi nadie quiere apostarle a tu lucha..