Los videojuegos han formado parte importante de nuestras vidas, han estado acompañándonos desde el principio hasta la actualidad. Ahora, en el marco de el Día del Gamer, es importante hablar del impacto que ha tenido dentro de la comunidad LGBTTIQ.
La capacidad de expresarse en un videojuego puede ayudar a una persona LGBTQ+ a sentirse más segura en su vida real. Esto lo decimos gracias a algo conocido como efecto Proteo, nombrado en honor a la deidad mitológica del mismo nombre. Esta deidad griega era conocida por su capacidad para cambiar de forma a lo que le plazca, el efecto proteo ocurre cuando las personas en entornos virtuales (videojuegos, salas de chat, etc.) comienzan a adoptar características de sus representaciones virtuales. Así como el mitológico Proteo puede adoptar muchas formas, los jugadores también pueden probar nuevas identidades, rostros y vidas.
Hay muchos ejemplares de esto, después de una investigación en varios portales, dimos con el testimonio de Kaehla Michele Bryant, una jugadora que tiene muy en claro el poder que tiene el efecto proteo al momento de buscar una relación LGBTQ+ en los videojuegos. Desde el comenzo, Bryant aceptaba su identidad queer cuando jugaba a The Sims. En el juego, podía hacer lo que nunca creyó posible: tener novia. Bryant atesoraba a su Sim como un modelo a seguir queer. Con el tiempo, jugar la ayudó a sentirse más cómoda expresando su identidad fuera del videojuego
The Sims ha sido punta de lanza al momento de crear la inclusión, lo cual es gracioso porque fue el pionero en crear este tipo de relaciones pero todo fue por un accidente. Por aquel año de 1999 se llevaba acabo la ya conocida como el evento más importante de los videojuegos, la Electronic Entertainment Expo o E3 para los compas. En ese año en especifico se mostraba el prototipo de The Sims
En su tiempo, Patrick Barrett, era el encargado de programar a la inteligencia artificial en el apartado de las relaciones con otros personajes. Barrett había estado trabajando con un código antiguo. No sabía que, en ese momento, su equipo había decidido limitar las opciones de romance del juego a las interacciones heterosexuales. Entonces, cuando el prototipo en la exposición mostró a dos mujeres casándose, la noticia de los personajes lesbianas se difundió rápidamente entre la audiencia del E3 de aproximadamente 60,000 asistentes.
Este matrimonio homosexual causo una liberación entre la comunidad, hizo lo que en otros juegos exhibidos en la E3 (en aquel año) era prácticamente imposible, y en un año donde se veía lejos el reconocimiento del matrimonio igualitario en Estados Unidos.
El efecto proteus puede ayudar a los jugadores queer a sentirse más seguros después de haber imaginado su yo ideal como un personaje en un juego de rol o un simulador de vida, incluso si temen el acoso o la discriminación en público. Este es el caso de los juegos como Stardew Valley o LongStory, ambos títulos te permiten tener relaciones sentimentales queer he incluso crear avatares con pronombres no binarios.
Otro ejemplo de esto es el título Assassin’s Creed Syndicate. Jacob Frye, uno de los protagonistas del juego, llamó muchísimo la atención entre los fans de la franquicia, ya que se enteraron que Frye tenía un interés amoroso que no era mujer. Después de un tiempo, los creadores de Syndicate confirmaron que Frye se identifica como bisexual, causando alegría entre los jugadores.
Para que los gamers como nosotros nos beneficiemos del efecto Proteo, debemos sentirnos fuertemente identificados con nuestra contraparte dentro del videojuego. Mientras Bryant continuaba jugando a «Los Sims», por ejemplo, podía identificarse con su personaje LGBTQ+. Por lo tanto, Bryant se sintió más cómodo con la idea de tener parejas del mismo sexo en la vida real.
Y es así como estos videojuegos, y muchos otros también, han logrado crear un impacto en nuestra comunidad. Hablar de estos temas y continuar con la inclusión en la industria es importante ya que, en muchos casos, ayuda a las personas LGBTQ+ ha sentirse vistas por primera vez.