Annabelle no escapó y solo ha sido tendencia en redes sociales debido a rumores
Si tuviéramos que describir el peor año de la historia, solo se nos ocurre el actual. Con el coronavirus, problemas económicos, conflictos políticos y demás, el 2020 no podría ser peor, sin embargo, las redes sociales se han llenado de noticias y memes sobre la desaparición de la famosa muñeca Annabelle, lo cual agrega otra supuesta amenaza a los que creen de verdad en las historias paranormales que la rodean. Pero ¿es esto verdad?
Afortunadamente para todos nosotros, no hay nada por lo que debamos estar preocupados. El rumor se esparció rápidamente, generando memes y noticias falsas con diferentes versiones sobre lo que supuestamente aconteció con la muñeca poseída Annabelle. Podemos estar tranquilos. Annabelle no escapó y solo ha sido tendencia en redes sociales debido a rumores.
Annabelle es la muñeca que se muestra en la serie de películas de terror ‘El Conjuro’, basada en las vivencias de Edward y Loraine Warren, famosos investigadores paranormales. La muñeca en verdad existe, pero no como la conocimos en las películas. La verdadera Annabelle no es tan terrorífica como se ve en el cine, pero sus historias aún siguen siendo espeluznantes.
En el año 1970, una estudiante de enfermería llamada Donna recibió una muñeca de regalo por parte de su madre. Todo iba bien hasta que Donna comenzó a dar espantosos testimonios de la muñeca. Cada día la encontraba en posiciones distintas y tiempo después, mensajes escritos en sangre aparecían al lado del juguete, tales como “Ayúdanos” o “Ayuda a Lou”. Donna terminó contactando a una medium, a Loraine Warren, quien aseguro que la muñeca estaba siendo poseída por el espíritu de Annabelle Higgins, de ahí el nombre celebre.
La muñeca Annabelle actualmente es propiedad del hijo de los Warren, Tony Spera. El museo en el que se encontraba anteriormente, el Museo Ocultista de los Warren, en Monroe, Connecticut, ya no existe. Aún así puedes estar tranquilo de que Annabelle se encuentra en buenas manos, aunque los rumores digan lo contrario.