Si de juegos influyentes hablamos, no cabe duda de que DOOM marcó un antes y un después en términos de first person shooter. Por eso no resulta extraño que diferentes estudios han intentado replicar la fórmula de DOOM al pie de la letra, sin presentar algo diferente u original, siendo la industria independiente donde más se ha alcanzado el máximo potencial de explotación de la fórmula.
Tal es el caso de Kingdom of the Dead, un videojuego desarrollado por Dirigo Games y distribuido por HOOK. El juego fue lanzado este mismo año en PC a través de Steam y nos presenta una especie de agencia caza demonios, donde nosotros seremos uno de sus agentes principales y recibiremos diferentes misiones que nos serán encargadas y en las que tendremos que atravesar niveles repletos de enemigos.
La jugabilidad es muy sencilla: manejaremos a nuestro personaje con el teclado para movernos, saltar y agacharnos, mientras que con el mouse podremos apuntar, disparar, lanzar bombas o utilizar nuestra espada (una espada parlanchina mágica con un ojo que es el mejor personaje en el juego). Al principio de cada nivel iniciaremos con una simple pistola, y al ir avanzando encontraremos armas como escopetas, rifles, dinamita o una metralleta.
Cada arma cuenta con su disparo principal y un disparo secundario que tendrá algún efecto especial dependiendo de a qué disparemos y cuál sea nuestra condición. Aunque cada arma cuenta con su tiempo de recarga predefinido, el asestar a un enemigo a la cabeza acelerará este proceso para evitar que los enemigos se nos echen encima.
Quizá los mejores apartados de este juego sean el visual y el sonoro. Kingdom of the Dead se ve como un dibujo hecho con lapices, con una estética en blanco y negro que únicamente se ve manchada por el rojo de la sangre de los enemigos y un código de colores muy sencillo con el que podremos identificar munición para las correspondientes armas, así como algún objetivo al que debamos disparar.
En términos de música, el juego utiliza ritmos de sintetizador con un toque a juego de computadora antiguo, que se suma al frenetismo del juego creando una sinergia perfecta para que el jugador entre en un baile de balas y sangre lleno de diversión. Además, cada arma tiene su propia canción, cambiando el ritmo según cual sea tu estrategia de juego.
Aunque no todo es perfecto. Al juego le hacen falta unas cuantas actualizaciones para correr de forma óptima, ya que tiene unos cuantos bajones en los momentos de mayor adrenalina, al igual que al momento de entrar en un escenario con muchos enemigos o con mucha información visual.
Hablando de enemigos, sus diseños y ataques no varían mucho, y se limitan a hacer ataques a distancia o cuerpo a cuerpo que son fáciles de leer. Como el juego maneja un sistema de hordas, al ver tantos enemigos al mismo tiempo provoca que se hagan muy repetitivos en muy poco tiempo, causando que se pierda la novedad de ver algún enemigo nuevo en pantalla. Lo mismo se aplica a los jefes finales, cuyas peleas no son demasiado desafiantes ni varían más allá de disparar hasta agotar las balas.
Sin embargo, no podría decir que Kingdom of the Dead es un mal videojuego. Es muy entretenido, divertido y adictivo, te dejará con ganas de más tras cada nivel. Aunque es muy repetitivo, no puedo decir que por el costo de $243 pesos sea una mala experiencia. Así que, si tienen un poco de dinero restante, los invito a probar este divertido FPS.