Un día como hoy, hace 6 años, The Epic Network inició sus transmisiones. La idea detrás de su nacimiento era sencilla: crear contenido que llamara la atención de una audiencia joven, enfocándose en temas variados; desde los videojuegos y el anime, hasta las tendencias digitales y la música. La intención no era sólo inyectar un poco de espíritu joven a la televisión, sino además crear un espacio dónde celebrar los gustos de una audiencia que no siempre se veía del todo representada en los medios. Llámense gamers, otakus, fashionistas o cinéfilos, The Epic Network tenía como misión ofrecer un lugar dónde no sólo los jóvenes pudieran encontrar reportajes sobre sus distintas pasiones, sino también uno dónde se sintieran cómodos compartiéndolas.
Con esto en mente, el elenco de conductores que formó las filas originales de los programas de The Epic Network consistía de genuinos fanáticos de los temas que en ellos se trataban. En Japantastic había chicos con un conocimiento casi enciclopédico sobre el mundo del anime; Tech City tenía amantes de la ciencia y los gadgets hablando de los más recientes desarrollos tecnológicos; y, en el programa estandarte, Gamer Tag se tenía una colorida colección de pasiones sobre diferentes rincones del mundo geek que al unirse pintaban un entretenido arcoiris de opiniones.
De hecho, es este último programa el que mejor ha sabido representar la filosofía detrás de The Epic Network. Desde su debut a nivel local en Ciudad Juárez, Chihuahua hasta su presente status como parte de la rutina de fin de semana de múltiples televidentes en cadena nacional, Gamer Tag ha ofrecido de manera ininterrumpida un espacio para hablar de toda clase de temas que hasta hace poco se consideraban tabú. Con lugar para el mundo de los videojuegos, cine, cómics, anime y demás, Gamer Tag tenía de todo un poco en un buffet de contenidos provenientes del mundo geek. Su elenco se ha mantenido en un cambio constante, de manera tanto figurativa como literal, con el fin de no sólo crear un balance de opiniones y pasiones, sino una atmósfera que motive a la interacción por parte de la audiencia. Pues aunque los conductores y el resto del equipo de producción de programas como Gamer Tag son los encargados de mantener andando los engranajes de la máquina de The Epic Network, siempre ha sido el público el verdadero corazón detrás de la operación.
Dicen que es un cliché atribuirle el éxito de un proyecto a su público, pues en la mayoría de los casos decirlo parece un pago a la cuota obligatoria de modestia. Este no es uno de esos casos. Decir que el éxito de Gamer Tag, The Epic Network y todo lo que hay enmedio es gracias a su dedicada audiencia no es un cliché; es la verdad. Nunca han faltado los comentarios en las transmisiones en línea de los programas, tampoco los mensajes de todo tipo en las redes sociales de los conductores e incluso encuentros entre los miembros de la comunidad que el proyecto ha creado donde tanto conductores como audiencia comparten la misma mesa. Como nunca ha faltado nada de eso, se han hecho grandes esfuerzos para que tampoco falte The Epic Network.
Cumplir seis años se dice fácil, pero en esas vueltas al Sol ha habido altas y bajas que sólo han podido superarse gracias a la gran pasión que envuelve al proyecto; tanto detrás de las pantallas de su audiencia como frente a las cámaras del set. El viaje ha sido largo y tumultuoso, pero ha valido totalmente la pena. En el camino ha habido miembros de The Epic Network que han decidido buscar otras fronteras, y eso está bien. Ha habido miembros que han aprendido a crecer dentro y fuera del proyecto, y eso está bien. Nada dura para siempre, pero, en nombre de todos los involucrados, un servidor quiere decir que esto que iniciamos hace media década va a durar hasta donde nuestro corazón aguante. Que quede claro que hoy no estamos celebrando seis años de Gamer Tag y de The Epic Network al aire; celebramos seis de años de junto a ti, hablar de todos esos temas que a nosotros nos gustan mientras nos divertimos en el proceso. Gracias por esos seis años. Gracias por todos los que falten. Gracias por todo.