No vamos a tapar el sol con un dedo, a pesar de la demostrada capacidad que tiene el mundo de The Division, le ha costado mucho para ser esa punta de lanza en el género de los shooter multijugador en tercera persona como seguro le gustaría a Ubisoft. Sin embargo, si hay una estrategia que le puede ayudar a la franquicia es la salida de expansiones económicas que den más horas de contenido a quienes encuentran gracia en esta franquicia, contagiando con siempre algo nuevo qué hacer y sin dejar de pensar en todo momento en el jugador. Eso Ubisoft lo sabe bien, por ello es que vemos cosas como la expansión de The Division 2: Warlords of New York, la cual no solo nos da cosas nuevas cosas qué hacer, sino que, narrativamente hablando, nos invita a volver a este pútrido Manhattan donde todo lo que se respira es tóxico.
Primero hay que decir algo para todos aquellos que no están al tanto de las artes oscuras de The Division. Primero, esto a pesar de que no se conecte tal cual en una línea narrativa, sigue siendo una continuación de todo lo visto en The Division 2, por ello es que se dan la libertad de diseñar este nuevo mundo, pero con las exigencias mínimas de un nivel 30. Por ello es que cuando entramos a Warlords of New York lo primero que se nos pide es ya haber jugado la secuela. Sin embargo, esto no es del todo cierto porque incluso quienes quieran empezar directo con esta divertida expansión pueden hacerlo con un nuevo personaje con nivel 30. Esto nos da la oportunidad de jugar la expansión, pero esto también quiere decir que se perderían ciertos logros y misiones de The Division 2 original, por lo que hay que ser sabios si queremos jugar directo este DLC.
Fuera de la burocracia, Warlords of New York es un contenido que por su precio sorprende el producto que, a final de cuentas, termina ofreciendo. El apartado narrativo tampoco es el más complicado. Con un énfasis remarcado se nos dice que nuestro único y principal objetivo es acabar con nuestro némesis, Aaron Keener, antiguo agente de la División que ha tomado el control de Nueva York. Entrenado por la División, ha rechazado sus ideales y ahora es la máxima autoridad en la ciudad. Evidentemente tal salvajada autoritaria no la podemos permitir, sin embargo, para llegar a Keener no es tan fácil, ya que primero tendremos que hacer frente a sus 4 lugartenientes, los cuales cada uno controla un distrito distinto de la ciudad, y cada lugarteniente está secundado por todas aquellas bandas que hemos aprendido a “querer” en toda la saga de The Division.
El primer punto a resaltar de lo antes dicho es que cada lugarteniente tiene una habilidad especial, lo cual da una dinamismo a la experiencia de juego. Y aunque esta estructura y suerte de campaña suene simple, la cosa también se extiende con las misiones secundarias, las cuales no son pocas, claro, e incluso coleccionables y demás objetivos que siempre estarán ahí esperando a que las resolvamos con nuestros amigos jugando en línea.
Además de que si queremos agregar más mejoras, está el cuidado que se le de a las armaduras y armamento, así como esa manita de gato al sistema en general. Actualización que incluso la podrán gozar quienes no cuentan con la expansión Warlords of New York, pero que aún así se siente muy bien en el DLC, para contemplar ese Manhattan que siempre nos ha deprimido ya que podemos ver lo peor de la humanidad representados en una mundo desolado y lleno de detalles.
Y miren, decir que todo es perfecto es utópico. Cuando salió el DLC fue un tanto complicado descargando cada una se las actualizaciones y cargando las irregularidades que tiene una salida, sin embargo, a estas alturas del partido las cosas están mucho más tranquilas y el juego se puede disfrutar ahora de forma mucho más rápida y optimizada, haciendo que nuestras quejas técnicas ahora hayan perdido un poco de valor.
En un principio podría parecer poco, pero una vez que exploramos estas calles llenas de contaminación y abandono, es que entenderemos lo grande que puede ser Warlords of New York y la vida que le de al ya de por sí generoso The Division 2.
Excelente adición al vasto mundo de The Divison 2
En un principio podría parecer poco, pero una vez que exploramos estas calles llenas de contaminación y abandono, es que entenderemos lo grande que puede ser Warlords of New York y la vida que le de al ya de por sí generoso The Division 2.