En el mes de marzo cuando se supo por primera vez acerca del Virus SARS-CoV-2 mejor conocido como COVID-19 se sabían pocos detalles sobre las formas en las que se podía contagiar y como se podría combatir. Han pasado ya 7 meses desde que la pandemia inició y hoy se conocen más detalles sobre cómo actúa el virus en su contacto con superficies como el metal, el papel y los materiales con los que se fabrican los smartphones.
Según la agencia científica nacional de Australia, el virus de COVID-19 puede permanecer activo durante 28 días, en un entorno controlado, en superficies metálicas, teléfonos inteligentes y en billetes, mucho más tiempo que el virus de la gripe e influenza.
El equipo de investigación dijo que el coronavirus es extremadamente robusto comparado con otros virus. «Estos hallazgos demuestran que el SARS-CoV-2 puede permanecer infeccioso durante períodos de tiempo significativamente más largos de lo que generalmente se considera posible», concluye el estudio. (La tela y otras superficies porosas pueden transportar virus infecciosos solo la mitad del tiempo, o alrededor de 14 días).
Si bien el estudio demostró que bajo ciertas condiciones, como una temperatura controlada y un manejo específico de los materiales, el contagio es alto queda claro que las precauciones que debemos tener al manejar nuestros dispositivos deben continuar hasta que el virus sea «controlado» de manera definitiva. Por eso la importancia de mantener siempre la limpieza de nuestros espacios y gadgets de forma constante y adecuada.
Recientemente, los expertos también han minimizado el riesgo de transmisión del Coronavirus desde las superficies. Según el centro para el control de enfermedades (CDC), «no se cree que la propagación al tocar superficies sea una forma común de propagación del COVID-19». Más bien, los vectores más comunes son las gotitas respiratorias producidas al toser o estornudar. Las nuevas pautas también sugieren que también se puede transmitir por transmisión aérea en «espacios cerrados y con poca ventilación que a menudo involucran actividades que causan una respiración más pesada, como cantar o hacer ejercicio».