Clocker es un juego de rompecabezas basado en el tiempo. Sorprendentemente, es el primer título desarrollado por el estudio chino Wild Kid y publicado por Indienova. La narrativa aquí resulta ser bastante abstracta, es como ver a David Lynch convertirse en un Time Lord de Doctor Who.
En lo que parece ser un pequeño pueblo europeo, un relojero y su hija viven una existencia relativamente feliz con problemas de enormes cantidades de deuda, pero bueno, ¿quién no las tiene en estos días? Esos iPhone 11 Pro no se pagan al contado, ¿sabían? En fin, todo parece seguir un desarrollo bastante mundano hasta que todo se complica por un viejo que parece tutankamón y otorga al padre un reloj de bolsillo celestial que aparentemente ha fracturado el flujo del tiempo. Ahora depende del padre y la hija reunirse a través de los plazos destrozados. No hace falta decir que este juego tiene mucho qué decir y pretende hacerlo a través de un mundo surreal e imaginativo, aunque a veces las cosas no se explican lo suficientemente bien.
La presentación de Clocker puede quizá compensar los contratiempos de desarrollo narrativo. Para empezar, su estilo de lápiz de color y acuarela sobre papel de cuaderno es bello en un sentido minimalista. De hecho, tener muchos niveles que comienzan con bocetos en papel rayado le da una sensación única que lo distingue de sus contemporaneos, realmente se trata de algo hermoso y se complementa con una banda sonora que otorga a la obra una sensación relajante y contemplativa.
La interfaz de usuario coincide con el diseño artístico general y la forma en que se presentan los menús simplemente irradia amor y cuidado por parte de su equipo de diseño. A pesar de ser un pequeño juego independiente, tiene cosas que muchos estudios AAA aún no dominan. Todo este cuidado se refleja mejor en la jugabilidad. Las mecánicas de Clocker es tan increíblemente únicas por decir lo menos, entra en esa misma categoría abstracta y entretenida que previamente era ocupada solamente por Braid.
Se juega mucho como un juego de rompecabezas point-and-click, pero en lugar de combinar perchero con corbata para resolver un rompecabezas a la Broken Sword 2, aquí más bien manipulamos los plazos temporales para resolver rompecabezas. Utilizando las leyes de causa y efecto para literalmente dar forma al universo de una manera que lo ayude, o al menos lo más que podamos acercarnos a darle coherencia a su caos. Dejando a un lado todas las demás cosas, es una mecánica única que permite la creación de una atmósfera enigmática y enganchante al mismo tiempo.
Clocker es una bestia de una especie extraña pero lo decimos en el mejor de los sentidos; se trata de algo único en todo lo que hace y, sin embargo, nada se siente incómodo por la innovación y los trucos sin sentido. El juego es diferente porque eso es lo que quería ser, no porque eso es lo que alguien dijo que sería y en un mundo donde encontrar tal convicción creativa es cada vez más difícil, Clocker destaca como una anomalía excepcional.