Cuando pensamos en el mundo del cine independiente hay algunas ideas que inevitablemente nos vienen a la cabeza. Nos tentamos a imaginar mundos con una paleta de colores ecléctica, encuadres extraños pero aún así estéticamente llamativos, personajes de una naturaleza poco ortodoxa e historias para nada convencionales que aman la subversión de lo predecible. Es obvio que estos filmes, entonces, resultan no ser para todo público, pero aquellos que tienen la paciencia para ver más allá de su superficie podrán encontrar experiencias únicas que nos hacen agradecer la existencia de un apartado independiente en el cine: un lugar donde siempre podremos encontrar algo fresco y cautivador. Nos gustaría decir que sucede exactamente igual en el mundo de los videojuegos.
El rincón independiente de los videojuegos es un poco menos especial, debido a que las herramientas de desarrollo ahora están a la disposición de tantos que los estándares de calidad se han visto terriblemente descuidados, resultando en una proliferación de juegos que en el peor de los casos son un desperdicio de tiempo, y en el mejor de ellos son derivativamente mediocres. Es difícil aceptarlo pero esta es la realidad. Afortunadamente, entre tanta pila de basura digital hay juegos que logran ser genuinos diamantes en medio del carbón. Lost Ember es una de estas obras, una que nos recuerda que todo eso admirable del cine independiente también se encuentra en los videojuegos indies.
Tu personaje principal será el lobo. Majestuoso, rápido y ágil, perfectamente preparado para correr por el bosque, explorar el mundo y perseguir a todos los otros animales que encuentres.
Cuando el lobo se encuentra con otras criaturas puedes habitarlas y actuar como ellas, usando sus habilidades únicas para ir a lugares donde el lobo nunca podría. Esto significa que podremos volar por los aires como un loro, sumergirnos en las profundidades del mar como un pez, o aventurarnos bajo tierra como un lunar. Todo esto resulta en una plétora de formas de descubrir cada rincón del mundo que nos rodea.
Solo al habitar estas criaturas es que podremos descubrir los secretos detrás de la caída del viejo mundo. A lo largo del trayecto veremos los vestigios de una podersa civilización de la que no queda nada más que polvo y algunas fragmentadas memorias. Poco a poco descubriremos la naturaleza de su caída y el rol que nuestro avatar juega en la misma. Craig Conner, famoso por su trabajo musical en Rockstar North, presta su talento para crear una maravillosa ambientación musical al entorno de Lost Ember. Si bien su apartado visual es totalmente cautivador y con cualidades surreales que tientan a pinturas de Chagall, el acompañamiento melódico sólo termina de hacer de la experiencia algo genuinamente fuera de este mundo.
Agregado a esto, la promesa de que eventualmente podremos disfrutar de Lost Ember en un apartado VR nos emociona, después de todo, ¿a quién no le gustaría experimentar este colorido mundo más de cerca? Como dijimos, Lost Ember tiene las mismas cualidades magníficas que podemos celebrar de un filme independiente, con el valor agregado de darnos la oportunidad de dar un salto dentro de este mundo para no sólo disfrutar de sus colores sino también participar en el desempeño de sus sombras y luces.