Es bueno ver que la industria de los videojuegos en México sigue en constante crecimiento y como resultado son cada vez más los equipos de desarrollo que buscan dar vida a experiencias entretenidas nacidas en territorio nacional que puedan ser compartidas con el resto del mundo. La más reciente obra con estas altas y nobles ambiciones es Lunch A Palooza, el nuevo lanzamiento de Seashell Studios, equipo de desarrollo con sede en Querétaro, México.
Este es uno de esos juegos que con sólo escuchar su nombre puedes darte una muy buena idea de qué trata; como es de esperarse, Lunch A Palooza nos presenta un mundo en el que la comida es la estrella, poniéndonos en control de alimentos como hamburguesas o elotes en una lucha por ver cuál de estos deliciosos platillos es el último que queda sobre la mesa. Para convertirnos en el campeón de esta pelea que quizá se toma el concepto de “Juegos del Hambre” demasiado enserio y literal, tendremos que usar diferentes habilidades para empujar a nuestros contrincantes o esquivar todos sus ataques. Eso sí, no es como si la pelea fuera justa en su totalidad ya que se manifestarán varios power ups y trampas que pueden funcionar tanto en tu beneficio como en tu contra; es cuestión de suerte y habilidad decidir de qué lado de la espada, o más bien tenedor, quedará el alimento que controlas.
Para mantener la experiencia fresca y llamativa, Lunch A Palooza cuenta con varios modos de juego como Plato Fuerte, Tandem, Rey del Cloche y Buffet Real. Además, cada uno de sus niveles busca ofrecer una ambientación única para que nuestro entorno constantemente tiente a la creatividad a la hora de formular nuestras estrategias de combate y así evitar un sentimiento de monotonía en lo que es en su mayoría un juego de premisa y mecánicas sencillas.
El apartado visual de Lunch A Palooza quizá sea su punto más débil. Para tratarse de un juego de computadora tiene gráficos bastante mediocres y unos diseños poco imaginativos para la comida viviente sobre la que tenemos control. Agregarle ojos de plástico a una mazorca no la convierte inmediatamente en el personaje más entrañable. Sí, resulta ser bastante cómico a la vista, pero cuando la misma idea se aplica a TODOS los alimentos es que se pierde parte del encanto. Quizá sea mucho pedir querer darle algo de personalidad a los alimentos, pero películas como Sausage Party y hasta Food Fight! Han demostrado que esto no sólo es algo posible sino que también tiene mucho lugar para ser realizado de una forma altamente creativa.
Cuando todo está dicho y hecho, sin embargo, podemos decir que Lunch A Palooza es un producto sólido. Su interesante premisa y mecánicas fáciles de entender compensan sus contratiempos estéticos aunque quizá no sea perfecto si tenemos que ser brutalmente honestos.
Vendiéndose a sí mismo como un juego diseñado para ser querido por todos, queda claro que Lunch A Palooza tiene grandes ambiciones y aunque siendo honestos no se trata de una obra maestra no podemos evitar ser ligeramente parciales al ver un juego mexicano más que se aventura a probar suerte en la industria. Nosotros lo recomendamos no sólo por sus orígenes sino por la diversión que propone como destino.