12Eric Chahi, responsable de juegos como Another World, Heart of Darkness y From Dust junto con el equipo de Pixel Reef, ahora nos llega en exclusiva para el PSVR Paper Beast, un juego de exploración y aventura que permite a los jugadores explorar e interactuar con un misterioso ecosistema ambientado en un mundo digital perdido.
Iniciando Paper Beast, nos damos cuenta rápidamente que estamos ante una experiencia experimental con un videojuego de observación, exploración y aventura que nos ofrecerá formar parte de un enorme y misterioso ecosistema artificial, lejano y remoto. Según su creador, en Paper Beast los animales y los seres vivos, de formas extrañas y muy particulares inspiradas en el arte japonés del origami, han evolucionado a través de los restos de código y datos olvidados, cobrando consciencia propia, sí, experimental.
Tras una bizarra pero divertida introducción musical inicial, aparece el menú de opciones; además de las configuraciones de confort y calibración, advertimos que el juego presenta dos modos de juego: historia y sandbox.
En el modo historia se estructura en capítulos y cada uno de ellos en segmentos. Con esto, tenemos siempre la posibilidad de volver a un punto previo si los resultados del juego no son los esperados mientras avanzamos en el capítulo. Empezamos dentro de una tienda de campaña, y no transcurre mucho tiempo hasta descubrir que, usando los Move, podemos interactuar y así agarrar las telas que componen la tienda y arrancarlas. Al hacerlo, revelamos que la estructura de la tienda era una gran criatura de color blanco cuya anatomía era similar a ramas de árboles. En lugar de atacarte o asustarte, la criatura simplemente se aleja y después de una breve introducción sobre cómo moverte por el mundo, ella se convierte en una compañera que irá apareciendo cada tanto. A partir de aquí no sabemos bien qué hacer, ya que el juego no brinda ninguna instrucción o tutorial: Solo que si mantenemos presionado el botón “move” de los curiosos controles nos indica qué podemos hacer con cada botón. Así que, sin más, nos disponemos a seguir a la criatura inicial.
La experiencia nos convierte en etólogos para poder resolverlos a lo largo de todos los capítulos. Debemos estudiar el comportamiento de los animales que se encuentren alrededor y analizar cómo eso puede ayudarnos para sacarnos de alguna situación en la que nos encontremos atascados. Todos los puzzles tienen una resolución lógica, siendo muy divertida la parte de la “observación” y “experimentación” para la resolución de los mismos. Por ejemplo, cerca del inicio del juego nos encontraremos atrapados en una cueva llena de agua bloqueándonos el paso; al mismo tiempo, cerca de allí vemos un animal que puede absorber líquidos a través de su alargado cuerpo y excretar arena, así que para poder avanzar tendremos que jugar con el escenario e interactuar con la criatura para que esta nos ayude a salir del contratiempo.
Gráficamente nos presenta parajes desérticos notablemente nítidos con formaciones de nubes majestuosas y extraños objetos flotantes que desafían la gravedad. Por supuesto, también está la vida animal y vegetal, representados como figuras de origami; una manera muy inteligente de ahorrar recursos, ya que de esta manera se reduce la carga poligonal pero que de ninguna manera pesa en el apartado gráfico. El juego es compatible con la tecnología HDR, lo que realza muchísimo la intensidad de los colores.
Al final tenemos que ser conscientes que Paper Beast se nos presenta como una suerte de safari virtual, por lo que recomendar esta obra a cualquiera es difícil. También nos ofrece la posibilidad de experimentar y ver cómo influye la vida animal y vegetal a favor nuestro para poder avanzar en el modo historia. Sí, quizá sea algo corto, y una vez completado el modo historia no hay muchas razones para volver; más que el modo sandbox,que será increíble para aquellos jugadores que no tienen miedo de vivir aventuras atípicas.