RESEÑA: Assassins Creed Valhalla: Wrath of the Druids

Assassins Creed Valhalla fue un título amado por mucho, y que provocó indiferencia en otros, pero para nada es un juego malo. Por ello mismo es que no es una sorpresa que Ubisoft nos diezmara con nuevo contenido, mismo que nos iba a dar muchas más horas de contenido como se acostumbra últimamente en los DLC. El susodicho contenido se titula Wrath of the Druids y nos lleva a una nueva región para conocer nuevos conflictos, reyes con tribulación y regiones donde la magia y la guerra constantemente están bailando un vals de destrucción y muerte.

El nuevo destino de Eivor es Irlanda, donde se deberán de forjar nuevas alianzas con los reyes gaélicos, conquistar puntos de comercio y adentrarnos en el misterio detrás de un antiguo culto druida conocido como los Hijos de Danu. Nuestra participación pareciera accesoria en este conflicto, pero la relación familiar que tenemos con el rey de Dublín hace que la pertenencia y frustración que los reyes de Irlanda tienen con el tiránico Gran Rey Flann Sinna hará que nos metamos de lleno en este problema magno.

La expansión Wrath of the Druids agrega una nueva región de mundo abierto llena de mitos marca Assassin’s Creed Valhalla, la cual abarca Dublín y tres provincias irlandesas, donde Eivor deberá recorrer, explorar y enfrentar misterior que al principio parecieran economicos y politicos pero que poco a poco se van destapando con toda la mística y fantasía con la que ya nos tiene acostumbrados la franquicia.

En cuanto a lo mecánico pareciera que nos toca hacer un poco de lo mismo, atender misiones y tipos de actividades ya vistas en el juego base, sin embargo al jugar Wrath of the Druids nos damos cuenta que se han agregado detalles que dotan de más variedad al juego, sobre todo en cuanto a las habilidades de nuestro personaje y los tipos de enemigos a los que ahora deberemos de enfrentar. Mientras Eivor lucha contra los Hijos de Danu y otras nuevas facciones enemigas irlandesas, sin mencionar criaturas míticas como los hombres lobo que entren de una forma más que aceptable al contexto del juego, podremos empuñar una o dos hoces en combate y desplegar nuevas habilidades, incluidas flechas de bombas de humo y Sabuesos irlandeses que podrán ayudarnos a atacar a nuestros amigos en momentos de verdadera tensión.

Para los que no sepan, Dublín es una región con un poderío económico considerable, y es en estas fechas en las que esta región empieza a tener ese mismo auge, por lo que todo lo relativo a lo comercial tendrá a su vez una importancia clave en esta expansión. Podremos utilizar los recursos que obtengamos tras las incursiones contra el enemigo para construir y mejorar una red de puestos comerciales a través de Irlanda y, en el proceso, definir a Dublín como la capital del comercio irlandés que es hoy. Como si se tratara de una misión más, Wrath of the Druids se conecta a la campaña principal, no requiere un nivel de poder específico y se desbloqueará en cuanto llegues a Inglaterra y completes un par de arcos.

Evidentemente poco más se puede decir de esta expansión, su apartado visual es prácticamente el mismo del juego base para bien como para mal, sin embargo, cualquiera que le haya invertido a Assassin’s Creed Valhalla sabrá que este juego tiene sus fallos pero es un deleite visual la mayoría del tiempo. Es por ello que poco nos podemos quejar de Irlanda y sus mágicos rincones llenos de conflictos económicos, mala diplomacia y hombres lobo que nos toparemos cada que estamos más desprotegidos.

15 horas extra de pura campaña nos puede durar esta experiencia sumándose a las decenas que ya nos dura el juego base, por lo que no se trata de una expansión superflua que guarda nuevas mision o personajes, en realidad es una nueva región con todo lo que conlleva su historia y personajes, y eso hace que Assassins Creed Valhalla Wrath of the Druids sea considerable y casi forzoso para los que disfrutaron del juego base, y para los que no, termina como una buena excusa para ver qué Valhalla es una experiencia llena cosas por hacer que, de seguro, nos divertirá más que cualquier clase de historia o experiencia de vikingos en mundo abierto.