Como buenos entusiasta del juego retro, uno espera décadas para una pequeña innovación en el género de beat ‘em up de desplazamiento lateral, jugando desesperadamente innumerables juegos genéricos en la búsqueda de algo, cualquier cosa, que sea nuevo, y luego Shing!, un título que cumple en traer algo nuevo al género. Sí, puede tener sus problemas, pero la falta de nuevas ideas ciertamente no es uno de ellos.
La historia nos cuenta que una horda de Yokai ha robado el último McGuffin, llamado «La Semilla Estelar», y depende de un trío de Ninjas y un guerrero de las Tierras Altas recuperarlo. Esa es prácticamente toda la trama que necesitas, ¡y también es la única excusa que Shing! requiere para enviar hasta cuatro jugadores, en modo cooperativo local o en línea, en una misión violenta de ir de un punto A a uno B. Mientras destruyes de manera inventiva todos los demonios que encuentres en tu camino, todo muy bien, excepto por algunos matices.
Y cuando decimos matices no referimos a su sistema de pelea, sobretodo a sus controles. Donde los combos de ataque en la mayoría de los luchadores se activan a través de una cadena cada vez más compleja de presionar botones, generalmente girando en torno a unir golpes normales y fuertes. En Shing! cada ataque se activa con un movimiento rápido, un empujón o la rotación del joystick analógico. Y como ven esto es peligroso porque o la idea de controlar tus ataques con un stick analógico te intriga o te insulta? Al entrar en Shing !, también dudamos sobre si podría acomodarse a lo que ya estabas acostumbrados, pero para nuestra sorpresa, el esquema de control funcionó, funcionó realmente bien. Pasa que si nunca has sido un jugador muy versátil en los juegos de pelea donde los combos, los botones y los movimientos son importantes, quizá este juego sera de los primeros en donde encuentres virtud dado a que su meccanica se va por otra vertiente. Así evita cuidadosamente todos estos problemas con un enfoque mucho más intuitivo.
Visualmente, el juego es un poco indistinto, la estética 2.5D le da a todo un aspecto mundano en marcado contraste con el anime nítido que se ve en la cinemática de apertura. También hay algunas pantallas de carga numerosas y largas para sentarse. Algo innecesarias cuando aparecen incesantemente para ralentizar el ritmo de secuencias de acción que de otro modo serían del tamaño de un bocado. Con suerte, esto es algo que se puede arreglar en parches futuros.
Todo esto hace de ching un juego interesante, con un esquema de control que te vea lanzar ataques combinados con un stick analógico, que nos llena de poder y sencillez a la vez. Al final, es un esquema de control que innova, es accesible y ofrece un grado de flexibilidad combinada que no se ve en los beat ‘em ups más tradicionales. Quizá en cuanto a historia no consigue cautivarnos para que más personas sepan de él; pero aun así Shing! es una nueva IP que exige absolutamente su atención.