RESEÑA: The Ascent

Nos queda claro que la temática Cyberpunk está de moda, como también nos queda claro que hay juegos que no alcanzan a proponer un mundo que le haga justicia a este vistoso subgénero de la ciencia ficción. Al menos en los videojuegos es una temática exigente porque no solo se trata de una buena ambientación, sino que cada uno de los apartados del juego deben de entender la máxima del género que reza, `alta tecnología, mala calidad de vida´. Esto por suerte se cumple de maravilla con The Ascent, la nueva propuesta del estudio Neon Giant, que nos ha traído una aventura distópica llena de neón que se vive genial por su ambientación y sus luces resplandecientes, pero que también cumple como un divertido juego integral en el que la exploración y las mecánicas de juego bailan un vals en una distopía futurista.

Grosso modo, The Ascent es un action-RPG/cooperativo con mecánicas dual stick shooter en una vista isométrica, pero más que su mecánica de juego, la calidad de The Ascent se entiende de manera integral. Nos encontramos en un futuro distópico en el planeta Veles, un mundo cyberpunk superpoblado donde el ultra capitalismo y las megacorporaciones han hundido a la sociedad en la miseria, tecnología biológica y la desesperación por la libertad. Nosotros seremos uno de los eslabones más bajos de la sociedad, un guerrero a pie que busca liberar al mundo de estas injustas corporaciones, pero para ello no estaremos solos, se nos unirá toda clase de parias revolucionarios para esta difícil contienda.

Como ya adelantamos, ningún apartado de The Ascent es como tal más fuerte que el otro, por lo que su historia, más que ser conmovedora, es una buena excusa para ponernos manos a la obra y tener un objetivo digno que nos haga recorrer el camino de un punto A a uno B. El juego no es un mundo abierto como tal, pero la exploración de los escenarios que la historia nos va llevando hacen que el caminar por las calles sucias y llenas de luces de Veles sea una experiencia íntegra, sobre todo a la hora de mezclarlo con su mecánica de juego, su música y claro, su ambientación.

Ya que hablamos de esto último, gracias a un mundo vivo y a un nivel de detalle bárbaro, cada una de las locaciones se sienten rebosantes de vida, y cada ser vivo o máquina con las que nos topamos interactúa de una forma realista con nosotros o con el contexto de la situación. Desde tropezarnos con una persona hasta el grito desesperado de los peatones que están en medio de un tiroteo, las calles de The Ascent se siente vivas, cosa que nos invita a explorar más cada recoveco a pesar de que a veces uno se puede confundir a la hora de movernos por el mapa.

El otro pilar del juego es su mecánica de combate. Como buen dual stick shooter, toda la mecánica se siente ágil y muy dinámica. Sobre todo cuando le metemos el elemento RPG con un pastiche de armas y accesorios que quedan perfecto tanto en su jugabilidad como en lo visual. Cada arma se siente distinta y la sensación de disparo es como pocas. Debemos ir mejorando estadísticas adaptando nuestro estilo de juego a nuestro guerrero para que, conforme vayamos recorriendo la campaña, nuestro personaje sea imparable. Lo vamos a necesitar en las últimas etapas del juego.

The Ascent no es perfecto, nos hubiera gustado que ese mismo nivel de detalles se pasará a la interacción con el mundo o con las posibilidades que nos da fuera de cumplir los objetivos principales, pero eso ya sería agregar más capas a un mundo que ya tiene varias. También vamos a encontrar problemas con no poder correr y algunos bugs por aquí y por allá, pero nada que estropee la experiencia de juego, solo algunas molestias.

The Ascent es un juego muy divertido y completo, que nos lleva a otro mundo al que explorar y conocer su precaria situación de futuro distópico. Cada escenario es único y se siente como su propio mundo, sin olvidar una mecánica fresca y una historia que cumple con darnos una gran excusa, por ello es que no podemos hacer más que recomendarlo. No es un título perfecto, esta es prácticamente la ópera prima de su estudio, pero lo han hecho tan bien que es un mundo cyberpunk que no puede pasar desapercibido por todos los fanáticos de este subgénero de la ciencia ficción.