RESEÑA: Twelve Minutes

Podemos estar de acuerdo que aunque no te llame la atención su género o su tipo de perspectiva top-down view, Twelve Minutes es un juego que capturó miradas desde que fue anunciado. No sabemos si se trata de una cuestión de llamar la atención por un elenco de actores de doblaje de alto perfil, o bien el que sea una narrativa profunda sobre un loop trágico en un point and click, pero sea lo que sea, Twelve Minutes es un juego que mueve formas y busca que el juego se subordine a la historia y no viceversa, y eso en los videojuegos se hace poco.

Como ya adelantamos, estamos en presencia de un loop narrativo, lo que quiere decir que, así como pasaba en grandes del cine como ‘El día de la marmota’ estaremos repitiendo los hechos una y otra vez de, en este caso, tres personajes en un complejo de departamentos. La premisa es tan simple como tensa. Una pareja de esposos se encuentran comiendo cuando una noticia es revelada: ella está embarazada. En ese inter, un policía toca a la puerta, por desgracia viene con plan de vengarse ya que acusa a la esposa de haber asesinado a su padre. Al tratar de evitar el arresto la cosa se pone tensa y el policía nos derriba y le dispara a la mujer. Antes de que esto se vuelva dramático, el juego nos regresa 12 minutos de juego antes, este será el loop que estaremos recorriendo una y otra vez.

Evidentemente, nuestro personaje es el único consciente del bucle, por lo que cada que volvamos al mismo momento podremos hacer cosas distintas para recabar información y, de la mejor forma, ir resolviendo este embrollo. ¿Acaso veremos si nuestra esposa es culpable? ¿Buscaremos detener al policía desde antes?, ¿cuál será el camino que tomaremos?, es aquí donde un juego que nos hace recorrer 12 minutos, se puede convertir en una experiencia de varias horas, sobre todo si no queremos dejar ningún cabo suelto. Lo que nos parece más interesante de la propuesta jugable de Twelve Minutes es que, al empezar, nunca se nos da una guía de lo que deberíamos hacer, por lo que seremos nosotros solos quienes iremos descubriendo cómo resolver este juego.

Ya pasando a las mecánicas, Twelve Minutes es un point and click propiamente. Con un cursor, incluso en versión de consolas, iremos indicándole a nuestro protagonista qué hacer. Sin embargo, a diferencia de la tradición del género, en Twelve Minutes la cosa se siente más dinámica, casi casi como si un viejo point and click hubiera tenido un hijo con un drama interactivo como Heavy Rain. La mecánica y opciones son más minimalistas, no habrá que andar buscando por todos lados para interactuar con el escenario, pero sí que habrá que ser creativos para buscar respuestas a esta incógnita hecha bucle.

Visualmente el juego no está para nada mal. Sin mucho requerimiento técnico, pero de un muy buen ver, Twelve Minutes es un juego que impresiona a pesar de su simpleza. Y gran parte de ello se debe a la atmósfera que creó con su diseño de arte y narrativa. Además el juego no puede negar sus raíces cinematográficas, sobre todo cuando vemos esos guiños como la alfombra del complejo que es igual a la del Hotel Overlook en El resplandor. Y si a todo esto le sumamos el trabajo de la increíble actuación de voz, con grandes actores como James McAvoy, Daisy Ridley y Willem Dafoe, la cosa cobra un sentido integral que la hacen una gran experiencia jugable.

Claro, no podemos negar la presencia de algunos bugs y detalles irregulares como personajes y textos superpuestos, así como otros detalles visuales que salen por aquí y por allá. Pero por suerte esto no arruina para nada la experiencia, solo es un lastre que seguramente estaremos viendo resuelto en las próximas semanas en forma de parches.

Twelve Minutes es una gran juego, una obra simple y no muy extensa pero que nos comparte una forma distinta de disfrutar una experiencia videojueguil. Incluso si no te gusta su género o el top-down view, es un juego que todo gamer debe de experimentar, solo para ver cómo, con poco, se puede hacer un gran videojuego.